sábado, 20 de abril de 2013

La Venezuela que sueño


No es mucho pedir, no comparo mi país con ningún otro. Un país debe proveer a sus ciudadanos de cuatro cosas fundamentales: educación, salud, empleo, y seguridad.
Educación, la educación es la base de todo. Debemos educar para tener mejores personas, mejores ciudadanos. Debemos enfocarnos en una educación para aprender más allá de obtener una calificación o de pasar a un nivel superior. Educar en valores, educar para la democracia. Educar para el respeto a los demás. Educar para el trabajo honesto. Educar, no para comprar, adquirir u obtener cosas sino para valorar esas cosas que tenemos aunque sean pocas y no tan valiosas en términos monetarios. Educar para la vida. No sé trata solo de impartir conocimiento, se trata de enseñar a ser seres pensantes, analíticos, críticos de la realidad, personas que quieran cambiar el mundo, personas que quieran tener un mejor mundo. Enseñar no solo a leer palabras o calcular cifras, no, se trata de enseñar a leer con una actitud crítica, enseñar a escribir sin limitaciones, a ser creativos, soñadores, analíticos. Enseñar a pensar. Enseñar a crear. Enseñar a hacer nuestros sueños realidad. Enseñar a ser compasivos, a respetar la naturaleza, a ser colaboradores a ser solidarios, en fin, a ser mejores personas, mejores ciudadanos. Todo esto pasa por tener más y mejores escuelas, liceos y universidades mejor dotadas y con muchos recursos, con maestros, profesores, profesionales de la educación mejor pagados, con oportunidades de crecimiento y formación académica de calidad. 
Salud, principalmente salud preventiva. Si somos un país saludable somos un país productivo. La medicina basada en la prevención es la mejor salud. Prevenir la aparición de las enfermedades, prevenir la obesidad, el embarazo precoz en adolescentes, el consumo de drogas, el exceso de consumo de bebidas alcohólicas, la bulimia, la anorexia, las enfermedades de transmisión sexual por mencionar solo algunas, las más graves.  Todo se puede lograr a través de programas promovidos por el gobierno nacional y en colaboración con los gobiernos locales. Obviamente, esto pasa por poder contar con hospitales dotados, con profesionales capacitados, bien pagados y con vocación de servicio, servicios que lleguen a la comunidad, se debe acercar la salud a las zonas más remotas.
Empleo, las personas necesitan empleo de calidad, que les proporcione una estabilidad, seguridad y oportunidades de crecimiento. Que se les reconozca su mérito, esfuerzo y dedicación al trabajo. Una persona con un buen empleo no tiene necesidad de incurrir en conductas deshonestas. Un buen empleo es aquel en el que el empleado, es bien remunerado, que tenga beneficios sociales, disponga de un seguro, de vacaciones y que se le tome en cuenta, donde la competencia entre empleados sea sana y se desarrolle en el compañerismo. Donde el jefe o supervisor colabore en su desarrollo y progreso  profesional. No que se le pongan obstáculos y se le limite su creatividad e iniciativas.  
Seguridad, desde un sentido amplio la seguridad se refiere a la seguridad personal, seguridad jurídica, seguridad alimentaria, seguridad nacional. Que los ciudadanos podamos sentirnos seguros y libres para caminar de noche, para ir a un parque, al cine, a una plaza sin temor de ser atracados. Que tengamos alimentos en variedad, cantidad y calidad. Que podamos confiar en nuestras autoridades y no tengamos temor de que quieran extorsionarnos, chantajearnos o peor aún que sintamos temor de nuestras autoridades. Que las personas tengan seguridad para invertir, que se les garantice su propiedad. Eso es seguridad. Para esto necesitamos funcionarios honestos, bien pagados, bien formados. Que se les respete, pero sobre todo que ellos nos respeten como ciudadanos, que respeten nuestras diferencias, que velen por nuestra seguridad.
La Venezuela que sueño, está llena de personas que se respetan, que disienten, que tienen opiniones diferentes pero que se respetan, y no permiten que sus diferencias sean dominadas por las bajas pasiones. Donde podamos conversar, discutir con argumentos razonables, sin levantar la voz, sin ofender, sin insultar, sin discriminar.
En la Venezuela que sueño, al maestro/profesor, al médico, al policía y al bombero se le valora y se le respeta.   Se le paga mejor que a cualquier otro profesional, se le dan oportunidades de estudio y desarrollo.
En la Venezuela que sueño, se respetan los derechos y libertades individuales.  Los niños son niños y se ocupan de cosas de niños. Los jóvenes son jóvenes y su única preocupación es ser jóvenes, divertidos, irreverentes, se ocupan de sus estudios, hacen deportes, persiguen sus sueños. Los adultos somos adultos, nos ocupamos de trabajar, estudiar, tener una familia o desarrollarnos personal o profesionalmente según nuestros intereses.
En la Venezuela que sueño se respetan los derechos humanos de TODOS por igual. Se respetan las diferencias individuales. En la Venezuela que sueño, la gente respeta las leyes, TODAS LAS LEYES. Y quienes gobiernan hacen respetar las leyes, quien comete una infracción, un delito, un crimen es castigado y debe cumplir su condena. Se respeta la naturaleza, la diversidad, a los animales,  a los discapacitados. En la Venezuela que sueño no hay corrupción, no hay discriminación por ninguna razón. En la Venezuela que sueño, somos alegres, somos solidarios, somos buenos ciudadanos pero, sobre todo, tenemos paz. 

miércoles, 10 de abril de 2013

La causa de la homosexualidad



Desde hace un tiempo me he topado con unas noticias que a la primera lectura me causan asombro, luego me dan risa y finalmente entiendo que no es más que el resultado de la búsqueda por justificar y explicar lo inexplicable. Esa búsqueda incesante de saber la causa de la homosexualidad.
Quizás recordarán una de las declaraciones más populares. Aquella que hizo el presidente de Bolivia sobre el consumo de pollo. Sí, Evo Morales en una ocasión aseguró que aquellos hombres que consumen mucho pollo podrían convertirse en homosexuales.
Posteriormente, leí sobre la advertencia que hizo el gobierno de Malasia a sus ciudadanos. En un comunicado oficial, le recomendaban a los padres estar atentos a la ropa que utilizan sus hijos, aseguraba el comunicado que el uso de suéteres cuello en V es una señal de ser gay.

Más recientemente, leí otra noticia que alertaba que el alto consumo de drogas podría convertir a los hombres en homosexuales. Lo curioso de esta noticia es que se cita como fuente a un médico mexicano.

La verdad es que existen muchas hipótesis sobre las causas de la homosexualidad.  Psicólogos, psiquiatras, religiosos, sociólogos, todos han tratado de darle una explicación, pero ninguno a ha llegado a demostrar o comprobar sus hipótesis.
Lo mejor que podemos hacer es dejar de tratar de buscarle una explicación a la  homosexualidad. ¿Alguna vez han conocido a un hombre heterosexual que se pregunte por que le gustan las mujeres o a una mujer heterosexual por que le gustan los hombres? Probablemente no. Entonces, ¿por qué se empeñan en tratar de entender porque a un hombre le gusta otro hombre o a una mujer le atrae otra mujer?
Basta de estar creyendo en estas ideas absurdas de que la homosexualidad se puede contagiar, de que alguien se puede “convertir” en homosexual, que algún alimento puede producir un cambio de orientación sexual o que el utilizar una vestimenta en particular es una señal de homosexualidad.  Basta de tanta ignorancia. Ocupémonos de leer, investigar, indagar o algo aún mejor: dejemos que cada quien viva su vida como mejor le parezca. ¿Qué daño le hace a tu vida que alguien sea homosexual?