sábado, 26 de diciembre de 2020

Las tradiciones de navidad



Tradiciones de navidad

Creo que las tradiciones se construyen en el hogar y desde la infancia, cuando eso no sucede depende de cada quien en la adolescencia o en la adultez aprender sobre ciertas celebraciones y tradiciones, aceptarlas e incorporarlas de manera personal o no hacerlo. 

La Navidad en mi casa nunca fue algo tradicional o esquematizado y mucho menos organizado. Creo que como la mayoría de las cosas era algo que se hacía porque todo el mundo lo hace, como el bautismo, la primera comunión y el matrimonio eclesiástico e inclusive el ritual de entierro de un pariente sin saber o entender mucho el porqué. Al menos así lo recuerdo y lo entiendo hoy. 

Una celebración cristiana

Estos eventos eran algo así muy parecido a la celebración del cumpleaños. Me estoy desviando lo sé, pero busco el paralelismo para que se entienda lo que trato de explicar. Es por la relación religiosa, no hubo nunca en mi casa un apego real o sincero a eso de la religión católica. Se cumplía con algunos rituales, pero repito creo que era por ser algo que todos a nuestro alrededor hacían.

A mí me bautizaron cuando tenía como 7 u 8 años y lo que recuerdo es a todo el mundo riéndose de mí luego de que el sacerdote bromeara porque el agua no entraba a mi "pelo malo". Así es, mi primer acto de bullying en público lo sufrí a esa edad y de parte de un sacerdote. 

Mi primera comunión fue una imposición de la escuela a la que asistía y la odie por tener que usar un vestido. Cuando murió mi papa hubo misas y eso que llaman novenario. Nadie, absolutamente nadie se sabía lo que debían repetir luego de cada rezo. Cuando se casó mi hermana por la iglesia, nadie sabía porque hubo esa ceremonia y, por supuesto, tampoco se sabían los rezos. No hubo nunca una oración antes de cenar ni una visita a la iglesia en semana santa, si recuerdo el no comer carne en jueves y viernes santo. Lo cual yo disfrutaba porque comíamos pescado. Entonces, no había en mi casa rituales asociados a la religión católica. Se cumplía con algunas cosas sin saber la razón y sin dar mayores explicaciones.

Lo que recuerdo de la navidad en mi casa está más asociado al proceso previo que a la noche del 24 o del 25, no recuerdo que nadie me hubiese explicado exactamente lo que se celebraba. Muy distinto a la celebración del año nuevo. Eso sí estaba más claro para mí.

 

La cena

Entonces lo que más recuerdo era el proceso de hacer las compras para la cena, la carne, el puerco y la gallina. En algún tiempo en mi casa hubo gallinas así que ahí mismo las mataban, no había que comprarlas. También teníamos matas de cambur y plátano, entonces de ahí sacábamos las hojas y se hacía todo el proceso desde el principio. Matar la gallina, desplumarla, cortarla, etc, igual que con las hojas, quitarles la vena, ahumarlas, lavarlas, cortarlas. Recuerdo muy bien todo ese proceso. También recuerdo los detalles de la harina, sabía que era una harina diferente a la de hacer arepas, antes de aparecer en el mercado la harina de color amarillo, el proceso de preparación de onoto también lo recuerdo. Todo permanece ya algo distante en mi memoria.

Mi participación en las hallacas nunca fue relevante ni imprescindible. Nunca aprendí a amarrar, la primera tarea que me asignaron. No lo logre nunca. Tampoco me gustaba ensuciarme las manos con harina y como el proceso me parecía tan tedioso y tan complicado, nunca me ocupe de aprender.

En parte también porque lo que realmente deseaba era estar en la calle jugando, como lo hacían mis hermanos varones. Me parecía injusto que solo las mujeres estuviésemos en la cocina haciendo hallacas y mi papa en la sala viendo televisión y mis hermanos jugando con los amigos de la urbanización.

Llegada la noche del 24 o el 25, nunca hubo una gran reunión alrededor de la mesa para cenar. No, eso no recuerdo que hubiese sucedido en algún momento. Una familia de nueve hijos no creo que sea muy fácil de manejar. Entonces eso no está en mis recuerdos, estar todos sentados al mismo tiempo para cenar, no, definitivamente no.

 

Los regalos

En cuanto a los regalos, solo sabía de Santa Claus por las películas en la televisión. Y mucho menos escuchar nada sobre el niño Jesús. Hoy en día, pienso que es absurdo eso de esperar que un niño traiga regalos a otros niños. No lo entiendo. Se supone que los niños reciben no entregan regalos.

Yo sabía que los juguetes que llegaban a casa eran los que le asignaban a mi papa en su trabajo, o al menos eso es lo que recuerdo.  Entonces eso de la espera de la noche de navidad para recibir regalos tampoco lo viví, mis regalos llegaban antes y me los daba mi papa o mi mama.

Recuerdo una vez que llego un regalo para mí, no estoy segura hoy en día si lo trajo mi papa o si fue mi padrino de bautizo. Si recuerdo que era una muñeca grandísima, caminaba y hablaba. Al parecer era la muñeca de la temporada la que todas las niñas, excepto yo, querían como regalo de navidad. De mas esta decir, que la odie, nunca jugué con ella y al final creo que se la regalaron a alguien más o la vendieron. Sinceramente, no recuerdo.

Los fuegos artificiales

Otro asunto relacionado con la navidad son los fuegos artificiales. Mis recuerdos sobre esto son dos años seguidos en los que me queme por haber prendido unos de esos que se conocen como silbadores que me explotaron y me produjeron quemaduras en las manos. Luego mis manos blancas cubiertas con crema dental para sanar las heridas. Obviamente, nunca más me acerque a los fuegos artificiales. Hoy en día no solo los rechazo por ese recuerdo sino que además me molesta mucho el olor y la contaminación que producen sino que además el ruido que hacen es insoportable. Durante los 10 años que tuve mis perros Schnauzer miniatura, fue un tormento  verles sufrir del miedo a causa de esos ruidos horrorosos.

El día 25, el ritual de la ropa y las pijamas

El proceso de  “estrenar” ropa nueva para el 24, el 25 y el 31 tampoco era de mi agrado. Tener que usar ropa de niña únicamente para estar en casa, sin poder salir a jugar y mucho menos ensuciarme. Nunca me gustaba la ropa que me compraban. Y cuando finalmente me preguntaron lo que quería vestir criticaron mi escogencia. No recuerdo como finalmente me escape de eso. Sé que mis padres hacían un gran esfuerzo para comprarnos a todos ropa nueva.

No recuerdo haber tenido nunca una mañana del 25 usando pijamas nuevas metida en cama con mi mama y mi papa. Mis pijamas eran la ropa de estar en casa, las franelas viejas antes de convertirse en coletos. Mentira, en Maracaibo se dice lampazo y se compran en el mercado. Pero ustedes entienden la idea. Entonces esa tradición no es algo con lo que pueda identificarme.  

Entonces como se pueden imaginar, lo que usualmente se asocia a la navidad, esas tradiciones como la cena en familia, la apertura de los regalos y los fuegos artificiales, vestir ropa y pijamas nuevas no me dicen absolutamente nada.

 Películas navideñas

Lo que si recuerdo de estas fechas en mi casa era las largas horas frente al televisor viendo películas navideñas. Aunque fuesen las mismas películas todos los anos. La Novicia Rebelde, los tres fantasmas de la navidad, milagro en la calle 54, difícil de matar entre otras. Eso sí es un recuerdo de mis vacaciones de navidad. Es lo que hago cuando estoy en casa en estas fechas. Esta es mi verdadera tradición, ver películas navideñas.

Mis mejores vacaciones

En mi adultez mis mejores vacaciones fueron en 1997 en Irlanda del Norte, 2001 en Alemania, 2003 en Los Roques, 2004 en Caracas, 2005 en Morrocoy, 2007 en Maracaibo. Mis mejores vacaciones son cuando viajo y cuando salgo de Venezuela y me alejo del bullicio, de los fuegos artificiales, de lo tradicional incluyendo la comida y la música. Lo lamento, pero el ruido típico de Venezuela en estas fechas no es mi temporada favorita.

Lo que si disfruto mucho es el tiempo en Caracas en diciembre, los azules del cielo caraqueño, el bajón en la temperatura y el cambio de ánimo en la gente. Aunque esto se ha perdido mucho en los últimos tiempos.

Durante varios años, desde 2012 me ha sido imposible salir del país en estas fechas. Han sido anos terribles tener que quedarme en casa en Caracas. Hasta 2017 me toco estar encerrada con mis perros protegiéndoles de los ruidos de los fuegos artificiales. La idea de dejarlos solos en esas fechas me impedía viajar. En 2018 murió la última de mis tres perros y se acabó mi encierro por ellos, para protegerles. En 2019 estuve fuera del país casi todo el mes de diciembre y este año 2020 fue imposible viajar debido a la pandemia. 

Yo no entiendo la navidad pero la respeto y a pesar de no entender de qué va,  sé que es una época agradable, y me gusta la gente en estas fechas, son mas agradables que de costumbre. Nunca he celebrado la navidad y no creo que lo haga en algún momento en el futuro porque no tengo relación alguna con su significado, simbolismos y tradiciones. Nunca he decorado por  navidad, nunca he comprado ni un adorno en navidad. He pasado toda mi vida sin hacerlo y jamás lo he lamentado. 

Para mi diciembre es época de vacaciones y fin de año y las vacaciones para mí son sinónimo de viajar y cada vez que pueda y este en mis posibilidades económicas seguiré escapando de Venezuela en estas fechas. Aunque nunca me negaré a ir a una fiesta de navidad, a comer, a tomarme una foto con Santa y a disfrutar de las celebraciones. 

sábado, 4 de julio de 2020

Ni pecado, ni delito ni enfermedad…





La homosexualidad no es… ni pecado, ni delito ni enfermedad…

El rechazo a las prácticas homosexuales tiene su origen en tres fuentes, primero cuando la iglesia católica decidió referirse a estas como practicas contra natura, posteriormente a calificarlas bajo su fe como un pecado entre otros adjetivos calificativos muy negativos. Posteriormente, se prohibió legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo en algunos países convirtiéndolas en un delito. Finalmente, las sociedades médicas/psiquiátricas de algunos países comenzaron a calificar la homosexualidad como una enfermedad mental, y la Organización Mundial de la Salud la incluyo en su lista de trastornos mentales. Así se construyó este rechazo a las personas homosexuales. Gracias a los cambios sociales, culturales y legales liderados por personas y organizaciones de la sociedad civil y sus largas luchas hoy en día sabemos que la homosexualidad no es un pecado, un delito o una enfermedad.

La homosexualidad no es un pecado. Por eso te recomiendo no le creas a ningún pastor evangélico o sacerdote católico que pretenda decirte que te curara de ese pecado. Amo al pecador y rechazo el pecado es una frase absurda. Adicionalmente, el pecado es un instrumento de dominación y control para obligarte a seguir ciertos comportamientos.
No creas eso de que iras al infierno tampoco que iras al cielo, esos son figuras imaginarias creadas para separarnos y perpetuar la idea binaria entre lo bueno y lo malo.
No permitas que te obliguen a abstenerte de tener relaciones sexuales por ser estas antinaturales. No tener relaciones sexuales es antinatural, a menos que esta sea tu decisión y no una imposición.
Rechazar esos controles religiosos no significa que rechazas a Dios. Si tu iglesia te rechaza habla con Dios directamente, no uses intermediarios. Dios te creo a su imagen y semejanza y nunca te rechazaría.

La homosexualidad no es un delito. No le creas a un funcionario que te diga que vas preso si te tomas de la mano con tu pareja, o que eso va contra la moral y las buenas costumbres. Esos son sus prejuicios actuando. La ley te protege contra la discriminación.
No hay en el país ninguna norma legal que señale que las expresiones de afecto como tomarse de la mano, acariciarse, besarse son un delito. No hay nada malo en expresar afecto al ser amado.
Si te dicen que es por la presencia de niñas y niños es otra manera de manipularte para hacerte sentir culpa y vergüenza. Los niños no tienen prejuicios pero si aprenden los prejuicios de sus padres. Solo con decirle a los niños que dos personas del mismo sexo también pueden amarse y expresar afecto en público lo entenderán.
Ningún funcionario público puede detenerte ni amenazarte con mantenerte retenido, detenido y mucho menos enviarte a la cárcel por ser homosexual.

La homosexualidad no es una enfermedad, no aceptes que te obliguen a tomar terapia psicológica o psiquiátrica para cambiar o quitarte una enfermedad que no existe. Busca ayuda psicológica solo si necesitas trabajar en tu aceptación individual. Rodéate de personas que te quieran y no te juzguen. Indaga bien sobre el tipo de terapia que utiliza el psicólogo que decidas consultar. Asegúrate de que en efecto exhiba en su consultorio el título que le acredite como tal. Indaga sobre la diferencia entre un psicólogo, psiquiatra y un terapeuta y escoge al que más se adapte a tus necesidades.
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud retiro a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, donde nunca debió haber sido incluida porque nunca hubo evidencia cierta para tal decisión.

Por ultimo…
No discutas con personas que te aseguren que la homosexualidad es un pecado, un delito o una enfermedad. Esa posición obedece a siglos de prejuicios e ignorancia. En la medida de lo posible adopta una actitud pedagógica. Muchas personas demuestran una disposición a aprender y salir de la ignorancia. Hazlo con explicaciones sencillas y lenguaje apropiado.

Ten en cuenta que la ideología de género no existe, es una creación de los movimientos mundiales anti-derechos cuya labor constante y permanente es oponerse a que todas las personas tengamos los mismo derechos y vivamos en equidad. La razón en particular es porque los grupos anti-derechos viven bajo la creencia de que ser heterosexuales les convierte en seres con una superioridad moral sobre quienes somos homosexuales. 

Las personas homosexuales entendemos que solo buscamos vivir en dignidad y con iguales derechos, sin discriminación ni distinción alguna. No buscamos acabar con la humanidad, porque además no tenemos esa capacidad, y porque la homosexualidad ha existido desde inicios de la civilización. Amar a unan persona del mismo sexo no significa que todos debemos hacerlo, las personas heterosexuales seguirán casándose, teniendo hijos y siendo felices, así como nosotros deseamos hacerlo.  

No buscamos ser enemigos de nadie, ni de las iglesias, ni de la autoridad, ni de la sociedad médica/psiquiátrica. Entonces, evitemos episodios de violencia verbal o física. 

Para cerrar, te recomiendo construir tus propios argumentos para defenderte de cualquier agresión verbal. Ten presente que la ley te protege contra la discriminación por orientación sexual. Evita siempre la confrontación física. No eres un pecador, no eres un delincuente, no estas enfermo. Eres un ser hermoso que ama como cualquier otra persona.  Vive y se feliz.


sábado, 9 de mayo de 2020

¿Eres activa o pasiva?






¿Eres activa o pasiva?

Yo no sé ustedes pero a mi esta pregunta me parece odiosa e impertinente.

Les cuento

Miren, yo no tengo mucha experiencia en foros-chats o páginas de citas para mujeres lesbianas. Por allá en el año 2004, la página de la compañía telefónica venezolana CANTV, tenía una portal muy amigable y una sección para chats. Eso fue muy popular por aquella época. Si, fui usuaria de esos chats. Había espacios para todo, hombre, mujeres, heterosexuales, bisexuales, jóvenes, mayores de edad y por supuesto para mujeres lesbianas. Eran otros tiempos, con mucha curiosidad pero también con cautela una se acercaba a esos chats. La mayoría usaba nombres falsos, ya saben, por eso de mantener la privacidad, por ocultarse, por cuidarse, en fin, por múltiples razones.

No había espacio para ver a imagen de la persona, debías conversar y si había coincidencia, empatía (click/feeeling) pues intercambiábamos correos de hotmail, que también eran una segunda o tercera cuenta con nombre falso y continuábamos la conversación en el Messenger, ¿recuerdan, cierto? Entonces, había que entablar una conversación, hablar sobre diversos temas, lo suficiente como para saber si te gustaba algo en esa persona, mas allá de lo físico, lo de intercambiar fotos era algo que se podía posponer hasta bien adentrada la conversa.

Converse con muchas chicas, chicos y gente que quizás se hacía pasar por uno o por otro. No había muchas opciones para constatar la información. Bueno, una confiaba, yo siempre confío, porque tampoco una puede andar por la vida desconfiando de todo y de todos. Sinceramente, no recuerdo que alguna chica me haya preguntado directamente si soy pasiva o activa.

Hoy en día, realmente la cosa parece funcionar diferente. En la época de las redes sociales, Facebook, twitter e Instagram, la verdad que me cuesta seguirle el ritmo. Y además con las aplicaciones como Tinder, Grinder y otras menos conocidas, la cosa es como más complicada. La mayoría de los portales funcionan de entrada con imágenes. Lo que atrae es la foto, lo físico y realmente para mí eso como que no funciona. No les parece que eso de preguntar directamente sobre la pasividad o actividad mata el proceso de conocimiento, enamoramiento, el descubrimiento, la picardía y la ilusión por la otra persona, yo creo que sí.

¿Qué es ser pasiva, activa o versátil/moderna?

Estos termino hacen referencia a los roles sexuales que se asumen en un encuentro físico con una persona del mismo sexo o género, en caso de las mujeres hablamos de lesbianas pasivas, activas o versátiles.
Permítanme aclararles que nadie está obligado a asumir ningún role, ni a encajar en alguno, ni a decirlo ni a preguntarlo. En las relaciones sexuales debe haber libertad para sentir y hacer cualquier cosa que nos sea placentero siempre y cuando eso no implique un peligro para nuestra integridad personal o una de las partes no quiera hacerlo. Además, cada quien está en libertad de definirse o identificarse o no en alguno de estas categorías.

Una mujer lesbiana activa es aquella que toma las riendas en un encuentro sexual, no significa que es quien está arriba todo el tiempo, si o que es quien asume una responsabilidad voluntaria de seducir, excitar y complacer a la pareja. No tiene nada que ver con la identidad de género ni la expresión de género, es decir, con la apariencia física de la mujer o algún estereotipo. Ser una mujer lesbiana activa tampoco significa que sea una experta en el arte de la sexualidad y las relaciones sexuales.
Una mujer lesbiana pasiva es aquella que prefiere no asumir las riendas de la relación sexual, si no que opta por dejarse observar, seducir o mimar. Eso no significa que se echan en la cama y no hacen nada, sino que prefieren dejarse llevar e ir guiando a su amante a través de otros gestos.
Una mujer versátil es aquella que disfruta ambos roles pasivo o activo sin conflicto alguno. Y que inclusive durante una relación puede posicionarse en ambos roles.

Ninguna de estas etiquetas es mejor que la otra porque todo va acorde a los gustos y preferencias individuales. Dicho esto, mi preocupación no tiene que ver con los roles sexuales, sino cuando estos se extrapolan a los roles sociales, a la convivencia en pareja y que en algún momento podrían derivar en las reproducciones de patrones heteronormativos  y, a la larga, convertirse o develar conductas toxicas y machistas.

Mujeres lesbianas machistas
Ser lesbiana no nos exime de reproducir algunas actitudes y conductas machistas. Entendiendo el machismo como una derivación del patriarcado el cual establece la superioridad del hombre sobre la mujer y se manifiesta a través de acciones que minimizan y restan valor a la mujer.  

Hay mujeres lesbianas por ejemplo que luego de una ruptura comparten detalles de la vida privada de sus ex parejas o de chicas con las que ha estado. Esta es una conducta machista puesto que viola la intimidad de la mujer.

Correr el rumor de que la pareja o la ex pareja ex pasiva y, por ende, sumisa, esparciendo así la creencia cultural de que quien se deja penetrar o es pasiva en la relación sexual es débil o inferior.

Criticar la vida sexual de las mujeres o la ex pareja, ya sea por el número de parejas que tiene o ha tenido. De esta manera estableciendo una visión moral de la sexualidad, llevando a señalarla de puta o promiscua. No existe tal cosa como un patrón correcto o apropiado de cuantas parejas son muchas parejas o cual es el número para calificar a una mujer como promiscua. Estos son prejuicios, o patrones subjetivos que persiguen descalificar a las mujeres.  Cosa que en el hombre no funciona de la misma manera, por el contrario, en el hombre mientras mujeres y parejas ha tenido más apreciada es su masculinidad o característica de macho. Siendo esto una actitud machista.

Controlar a la pareja a través del dinero, miren no. Eso no está bien. El hecho de que una gane más dinero que la otra le da autoridad para decidir todo, ni va a ser la que manda, a la que hay que servir, o hay que pedirle permiso para gastar, no eso no puede servir para controlar a la pareja. Eso es de machitos, por favor, no reproduzcamos esos patrones machistas en las parejas lésbicas.

Quizás vieron alguna vez la película francesa La vida de Adele. Recordaran, en la que la pareja organiza una fiesta y quien cocino, atendió a  los invitados, luego le toco limpiar y ordenar fue a Adele mientras la pareja la observaba acostada en la cama y fumaba.  No hay mejor ejemplo de una conducta machista en una pareja lésbica que en esa película. 

En el mismo orden de ideas, no esperen que la que es más masculina ya sea en apariencia o comportamiento sea la que cubra todos los gastos en la casa o sea la que pague la cuenta al salir o en eventos sociales como ir a comer a un restaurante o lugar de comida. No, por favor, evitemos incurrir en estas conductas machistas.

El acoso sexual a otras mujeres sean o no lesbianas. El acoso está mal, y el hecho de ser lesbianas no lo excluye o lo minimiza. En la misma onda, no está bien eso de acosar a la pareja de tu amiga o amigas. Los tocamientos, los piropos y las miradas sugestivas son arte de ese acoso entre amigas o conocidas lesbianas. No, no está bien.

En conclusión, la pregunta sobre ser pasiva o activa, podría también ser un indicador de una persona dominante no solo en los roles sexuales sino que también podría revelar características de roles sociales dominantes y controladores así como conductas y comportamientos machistas a los que debemos estar atentas como mujeres heterosexuales o lesbianas o bisexuales. Esto son solo preocupaciones y advertencias que comparto, no significa que siempre es una posibilidad pero es bueno estar alertas a estas señales.

Por último, al participar en estos foros o páginas de citas solo pudo recomendarles tener precaución y mucho cuidado de su seguridad personal. Suerte en la búsqueda de pareja si optan por hacerlo en el entorno en línea.

Los chats de whatsapp de mujeres lesbianas, miren, esa es otra historia…  

sábado, 2 de mayo de 2020

Convertir una casa en un hogar en tiempos de aislamiento





Convertir una casa en un hogar en tiempos de aislamiento

En un post anterior titulado “Adiós, Catia” les conté que en septiembre de 2019 me mudé a un nuevo departamento,  tuve que hacer tres viajes diferentes para poder mudar todo. Vendí algunas cosas, doné algunas otras y empaqué una casa de dos habitaciones para entrar en un apartamento de una habitación. No fue fácil. Pero lo logré. La vieja cocina la regale y todos los escritorios y mesas los done a una escuela.

Mientras me mudaba, todavía estaba trabajando, investigando, escribiendo y enseñando, así que me sentí como una de esas personas de las que salen en los programas de remodelación de casas en Home and Health, saben, que debe reparar la casa donde viven para entregarla y al mismo tiempo arreglar la casa nueva para poder mudarse. Mientras tanto vas encontrando todos los problemas que hacen falta arreglar.

Finalmente, a finales de octubre, todas las cajas estaban en mi nueva casa. Me toco reparar unos serios problemas de botes de agua y cañerías. Había botes de agua en el lavamanos, en la ducha y en el lavaplatos, al mismo tiempo, no salía agua de las llaves en la ducha y el lavamanos. Varios aparatos estaban dañados y requerían reparación o compra de repuestos. Es normal encontrar estos problemas en casas que han estado solas durante un tiempo y sin cuidado permanente. Lo que no se usa se daña y el uso también las daña. Todo eso lo hice con calma pero sin pausa para poder mudarme totalmente.  
En noviembre tuve que viajar a Maracaibo, a fines de ese mes viajé a los Estados Unidos donde me quedé hasta fines de diciembre. Agotado como estaba, cuando regresé a Venezuela, dormí tanto, y descansé tanto como pude que apenas puedo recordar lo que hice.

En enero, una vez más tuve que viajar a Ecuador y en febrero a Chile, sin volver a Caracas. Estaba tan exhausta que mi cuerpo estaba pidiendo un descanso. Su forma de hacerlo fue con gripe.
En marzo, tuve una gripe que me obligó a quedarme en cama desde el cuarto día del mes hasta el 13. Cuando ya estaba recuperada, la cuarentena debido a COVID 19 comenzó en Venezuela.

Entonces, a pesar de haberme mudado en septiembre, era muy poco el tiempo que había pasado en casa. Estando en casa y completamente recuperada de la gripe, tuve tiempo de concentrarme en mí misma. Los primeros días fueron muy duros, no tenía control del tiempo para levantarme o acostarme por la noche. No tenía control sobre la ansiedad que me hacía comer con desesperación.

La segunda semana, me di cuenta de que tenía que comenzar a hacer cambios en mi falta de rutina y control sobre mis sentimientos y emociones. Entonces comencé a prestar atención a mi nueva casa.
Me di cuenta de que tenía que terminar de desempacar. Ya no podía tener cajas con objetos de la mudanza. O las usaba o tendría que deshacerme de ellas. Entonces, desempaqué. Encontré lugar en el departamento para organizar todo. Y las cosas comenzaron a tomar forma. Necesitaba construir una nueva rutina.

En Venezuela, una rutina depende mucho de los días que tengamos agua corriente. Cuando hay agua tengo que lavar la ropa, limpiar y cocinar para toda una semana. Solo porque es muy incómodo limpiar y cocinar sin agua. Entonces, mi rutina es guiada por el servicio de agua.

La segunda cosa que guía mi rutina es el día en que los mercados cercanos a mi casa reciben bienes y cosas para vender. Me gusta comprar frutas y verduras frescas, así que sé exactamente cuándo ir al mercado una vez por semana para obtener provisiones.

De manera que el servicio de agua y el día de compras ya estaban dando forma a mi rutina. Lo siguiente fue establecer un horario para trabajar. 

Un día, mientras estaba en el sofá viendo la televisión, escuché un sonido. Era la ventana de madera, ya en febrero me había dado cuenta que había algo que no estaba del todo bien. Estaba desprendida de un lado y estaba a punto de caerse. Entonces, tenía que encontrar a alguien para arreglarla. Tomó mucho tiempo para que eso sucediera. Mientras tanto, comencé a abrirla para que el viento no la golpeara y la desprendiera aún más. Luego me di cuenta de algo maravilloso. 

Todas las mañanas, alrededor de las 7 o 7:30 a.m., durante una hora, el sol salía e iluminaba la habitación. Entonces, comencé mi nueva rutina. Empecé a levantarme a las 7, abrir la ventana y exponerme al sol. Noté que comencé a sentirme tan energizada por los rayos del sol y mis días fueron mucho mejores. Pueden leer más sobre “la ventana que me guía”.

Hago eso todos los días durante una hora y luego desayuno, me ducho y empiezo a trabajar desde casa alrededor de las 9:30 a 10:00 de la mañana. Así, poco a poco construí una nueva rutina. Siguiente paso, apagar la computadora y dejar de trabajar a las 5:00 p.m. Al principio fue difícil pero lo hice. Logré construir una rutina mientras estoy en cuarentena. 

He limpiado, restaurado y reorganizado todo en casa. Descubrí que la organización espacial es una actividad muy relajante y una amiga me dijo que en realidad es terapéutica. También me he estado deshaciendo de viejos utensilios de cocina, bolsas, papeles, libros, cosas que ya no necesito.
También estoy disfrutando cocinar para mí. Había dejado de hacerlo y estaba comiendo fuera la mayor parte del tiempo debido a la falta de tiempo. Solo para el almuerzo, siempre he hecho el desayuno y la cena en casa. 

Este pasado mes de abril me ha tocado encontrar una empresa para remplazar la hermosa ventana de madera que había. Encontrar a una persona para  reparar de nuevo los botes de agua que no repararon bien la primera y la segunda vez, colocar una lámpara que faltaba y necesitaba, rehacer un viejo tendedero que ya casi estaba sin cables. Montar unos cuadros que aún estaban en una esquina para ser colgados y otras cosas mas. Todo esto me ha mantenido muy ocupada y entretenida. Debo reconocer que los programas de remodelación y decoración de casas de Home and Health me han servido mucho.

La cuarentena ha vuelto a ponerme en contacto con actividades que antes hacia, he retomado viejos pasatiempos. He estado convirtiendo una casa en un nuevo hogar. Me siento agradecida por este nuevo espacio y me siento en paz, disfruto de la tranquilidad que he encontrado y todo esto ha hecho que el aislamiento sea más llevadero. 

Una nueva ventana 

martes, 14 de abril de 2020

Día de hacer mercado… en tiempos de pandemia



Día de hacer mercado… en tiempos de pandemia

7:30 am, me siento a tomar el sol frente a la ventana, me toca esperar una hora luego de tomarme la pastilla para poder desayunar.  Se cumple la hora en la que el sol me regala sus rayos para llenarme de energía, hoy toca hacer mercado. 8: 30 am, desayunar. Batido de lechoza, como todas las mañanas, cambur y un sándwich.  9:00 am he terminado de desayunar y lavar los platos y utensilios utilizados para preparar la comida y comer.

Voy al baño a hacer todo lo que corresponde, a las 10:00 am, debo estar frente a la computadora, tengo una reunión y debo conectarme a la hora pautada. A las 11:00 am, se incrementa mi angustia, debo salir a comprar, solo tengo oportunidad hasta antes de las 2: 00 pm, a esa hora cierran. No importa cuando lo demore o lo posponga, me toca ir a comprar las cosas que necesito.

Me angustia el solo pensar en tener que ponerme una máscara, usar unas bolsas plásticas que hacen el trabajo de una par de guantes que no tengo y no pude comprar a tiempo. Sé que habrá cola para entrar, luego de superar las técnicas de dilación del deber, logro salir.

En efecto, hay cola, me aseguro de mantener la distancia prudencial de las personas, mujeres y hombres hacen lo mismo, al rato llega alguien que se coloca detrás de mí para hacer la cola. Está muy cerca, le digo, por favor, hay que mantener al menos un metro de distancia, afortunadamente, atiende a mi observación y se aleja.

En la entrada, un señor, nos echa líquido en las manos y nos rocía los zapatos. No pregunto de que se trata solo hago lo que me toca. Entran tres personas, es mi turno. Llego al mostrador de la charcutería, me dispongo a ordenar, una señora se acerca y hace una cola detrás de mí sin respetar la distancia, mi angustia se incrementa. No puedo irme, aun no termino mi orden. Espero a que el sentido común le haga ver lo que yo veo, no sucede y se acerca más a mí, en mi cabeza, le digo aléjese de mí por favor, pero no puedo vocalizarlo, no puedo, porque sigo apelando a su sentido común. Entonces me alejo, espero mi orden y me muevo al área de las frutas y verduras, no había nadie. Comienzo a escoger mis artículos, mientras llegan más personas que se aglomeran y mi angustia vuelve a incrementarse.

Lo mismo me sucede en los pasillos y en la cola para pagar. Todo eso, ha sucedido lo más rápido posible porque quiero ser lo suficientemente breve para que otras personas puedan entrar y hacer su compra. Quizás, fue una hora, quizás dos horas, no lo sé. He dejado mi teléfono en casa, al salir, siento un profundo alivio. He terminado, podre regresar a mi casa, a bañarme de nuevo, a limpiar y lavar todo lo que he comprado.

Un dolor de cabeza me acompaña, lo hago consciente y entiendo, todo el tiempo entre hacer la cola, escoger los artículos, hacer cola para pagar y salir, he estado bajo una angustia constante.
Hasta la próxima semana cuando me toque repetir todo de nuevo. Ya quiero que regrese la “normalidad”, aunque sinceramente creo que ya nada será igual. 

lunes, 13 de abril de 2020

La ventana que me guia


La ventana que me guía

Al principio no la entendía, no entendía su función ni su ubicación, por estar justo al lado de un gran ventanal.  
Fueran tan pocos los días que pasaba en casa que no la veía, entonces ubique un comedor cuyas sillas de alto espaldar no le permitían brillar.
La miraba y la miraba y confieso que no la entendía, como no hablaba su idioma no sabía cómo comunicarle mis inquietudes.   
Un buen día, mientras estaba en casa, y con la ayuda del viento, su cómplice, comenzó a sonar.  De su interior salían unos sonidos muy fuertes que lograron llamar mi atención y me atemorizaron.
Decidí quitarle el comedor que tenía enfrente, con las sillas de alto respaldar que le impedían hablar. La deje así,  con nada en frente, pensé y pensé en una y varias soluciones para remediar sus movimientos, esos que me asustaban. Pensé en eliminarla, pero no podía, pensé en ocultarla con un modular, tampoco podía.  
Entonces, llego la pandemia, no podía seguir evitándola, debía verla todos los días y encontrar una salida.
Decidí construirle una mejor compañía, decorar su frente, algo que nos hiciera feliz a ambas. Así lo hice, coloque una mesa con un envase que guarda mis más preciado ser vivo, tres bambú cuyo verdor y grosor me sacan sonrisas.
Abrí sus puertas y fue un gran descubrimiento, lo que no había podido ver hasta entonces… la entrada de un nuevo día, un rayo de sol que durante una hora, dos veces al día ilumina mis espacios, me da energía y me anima a escuchar melodías.   
Ahora, ella es la ventana que me guía, cada mañana me siento a su lado para tomar el sol y una taza de café, durante el día me regala una brisa, en la tarde me acompaña a tomar el té y en las noches me muestra la luz de luna llena.  
La he limpiado, la he cuidado, ya no hace ruido, ya no me atemoriza, ahora me regala su alegría.
Al principio no la entendía, ni su función ni ubicación, ahora sé que solo quería un poco de atención y regalarme su agradable compañía. Ella es la ventana que me guía.




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La ventana que me guía Al principio no la entendía, no entendía su función ni su ubicación, por estar justo al lado de un gran ventanal. Fueran tan pocos los días que pasaba en casa que no la veía, entonces ubique un comedor cuyas sillas de alto espaldar no le permitían brillar. La miraba y la miraba y confieso que no la entendía, como no hablaba su idioma no sabía cómo comunicarle mis inquietudes. Un buen día, mientras estaba en casa, y con la ayuda del viento, su cómplice, comenzó a sonar. De su interior salían unos sonidos muy fuertes que lograron llamar mi atención y me atemorizaron. Decidí quitarle el comedor que tenía enfrente, con las sillas de alto respaldar que le impedían hablar. La deje así, con nada en frente, pensé y pensé en una y varias soluciones para remediar sus movimientos, esos que me asustaban. Pensé en eliminarla, pero no podía, pensé en ocultarla con un modular, tampoco podía. Entonces, llego la pandemia, no podía seguir evitándola, debía verla todos los días y encontrar una salida. Decidí construirle una mejor compañía, decorar su frente, algo que nos hiciera feliz a ambas. Así lo hice, coloque una mesa con un envase que guarda mis más preciado ser vivo, tres bambú cuyo verdor y grosor me sacan sonrisas. Abrí sus puertas y fue un gran descubrimiento, lo que no había podido ver hasta entonces… la entrada de un nuevo día, un rayo de sol que durante una hora, dos veces al día ilumina mis espacios, me da energía y me anima a escuchar melodías. Ahora, ella es la ventana que me guía, cada mañana me siento a su lado para tomar el sol y una taza de café, durante el día me regala una brisa, en la tarde me acompaña a tomar el té y en las noches me muestra la luz de luna llena. La he limpiado, la he cuidado, ya no hace ruido, ya no me atemoriza, ahora me regala su alegría. Al principio no la entendía, ni su función ni ubicación, ahora sé que solo quería un poco de atención y regalarme su agradable compañía. Ella es la ventana que me guía. Ventanas que hablan. #ventana #sol #viento #brisa #pandemia #quiteriafranco #life #Windows
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viernes, 3 de abril de 2020

Emergencia Humanitaria Compleja, coronavirus y personas LGBTI en Venezuela

Emergencia Humanitaria Compleja


A inicios de este 2020, se dieron a conocer varios informes sobre personas LGBTI en Venezuela. Vale la pena resaltar algunos puntos muy interesantes que nos sirvan para entender cómo se encuentra la población LGBTI en Venezuela para enfrentar un nuevo flagelo como es el coronavirus que viene a agravar la Emergencia Humanitaria Compleja en la que estamos desde hace ya demasiado tiempo.
Ya a finales de 2018, Unión Afirmativa publicó un informe que daba cuenta de la situación de las personas LGBTI afectada por la EHC, se trata de  “Crisis política en Venezuela y sus efectos en la población LGBTI. 2018” esto es parte de lo que mencionamos en ese informe.

Condición pre/existente: antes de la Emergencia Humanitaria Compleja y antes del coronavirus
No existe en Venezuela una ley amplia que prohíba la discriminación por diversas razones, entre esas por razón de orientación sexual, identidad y expresión de género.  No se permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo, a las personas trans no se les permite el cambio de nombre y sexo en sus documentos de identidad. Aún existe en la legislación venezolana la criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo, el Código Orgánico de Justicia Militar establece en su artículo 565 que “El oficial que cometa actos que lo afrenten o rebajen su dignidad o que permita tales actos, sin tratar de impedirlo por los medios autorizados por la ley, será penado con prisión de uno a tres años y separación de las Fuerzas Armadas. La misma pena se aplicará a todo militar que cometa actos sexuales contra natura.” Se prohíbe a personas homosexuales (mujer y hombre) y personas trans la donación de sangre. Y por último, existe discriminación en los ámbitos de salud, trabajo, educación, espacios públicos y privados, y en algunos medios de comunicación.

Personas LGBTI víctimas de violencia
Según un informe de la organización ACCSI sobre crímenes de odio desde enero de 2009 hasta agosto de 2017 hubo un total de 192 personas LGBTI fueron víctimas de violencia debido a su orientación sexual, identidad o expresión de género y un total de 109 personas LGBTI fueron asesinadas. En la región Centro y Sudamérica, Venezuela ocupa el cuarto lugar con mayor número de asesinatos a personas trans de acuerdo al Observatorio de personas trans asesinadas. [1] En este mismo informe se afirma que “Se desconoce el estatus de todas las investigaciones de los casos de asesinatos y agresiones contra personas de la comunidad LGBTI y personas no LGBTI. Por tanto, se puede deducir que la impunidad de los crímenes de odio motivados por la orientación sexual, identidad de género y expresión de género, real o percibida, se encuentra en un 100%. [2]

Durante la Emergencia Humanitaria Compleja
Como consecuencia de la EHC, han surgido nuevos delitos y violaciones a los derechos humanos de las personas LGBTI que ya hemos reportado en el informe de 2018, antes mencionado.
Personas LGBTI bajo formas de explotación o esclavitud
En el informe de Unión Afirmativa del año 2018, se reportó un total de 27 mujeres trans que habían sido rescatadas en España en un lugar donde las mantenían bajo trabajo sexual en condiciones de esclavitud. [3]   Igualmente, denunciamos el desabastecimiento de hormonas para el tratamiento que deben seguir las personas trans durante su proceso de transición, que obligo a muchas/muchos a consumir hormonas de uso animal; crecimiento del delito de trata de personas trans, prostitución por sobrevivencia por hombres homosexuales y mujeres trans, desabastecimiento y escasez de antiretrovirales para personas que viven con VIH. 

Contexto país ante la llegada del COVID 19
Alimentación: a finales de febrero, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) publico un informe sobre los hallazgos de una evaluación de seguridad alimentaria en Venezuela realizada desde julio a septiembre de 2019. El informe revela que “el 7.9% de la población en Venezuela (2.3 millones) está en inseguridad alimentaria severa. Un 24.4% adicional (7 millones) está en inseguridad alimentaria moderada. Basándose en el enfoque CARI, WFP estima que una de cada tres personas en Venezuela (32.3%) está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia.” [4]
En cuanto a la población LGBTI, según el informe comparativo de condiciones sociales, económicas, y culturales de la población LGBT venezolana en Venezuela y en el extranjero elaborado por la Diputada Tamara Adrián en 2019, 50% de las personas encuestadas (306) aseguran haber bajado de peso debido a una diminución en su ingesta alimentaria. Aseguran además realizar dos comidas o una comida al día. 

Hiperinflación: El mismo informe de WFP menciona que “La hiperinflación ha afectado la habilidad de las familias para adquirir comida y otras necesidades básicas. El 59% de los hogares no tiene ingresos suficientes para comprar comida y el 65% no es capaz de comprar artículos esenciales de higiene, ropa y calzado.”

Servicios básicos: agua, electricidad, transporte, gas, gasolina, internet.
El informe de WPF también recolectó datos sobre el acceso a servicios básicos (agua, saneamiento, vivienda, electricidad, instalaciones de cocina) para poder entender las condiciones de vida. Los resultados muestran que las familias están gravemente preocupadas por el deterioro de los servicios básicos. “Al momento de la encuesta, cuatro de cada diez hogares tenía interrupciones diarias en el servicio de electricidad y el 72% tenía un suministro irregular de gas. Cuatro de cada diez hogares tenía interrupciones recurrentes en el servicio de agua, por lo cual las familias tienen que usar estrategias alternativas como la compra de agua embotellada o el uso de camiones cisterna, para acceder a agua potable. El 25% de los hogares no tenía acceso estable a agua potable.”

Trabajo
En relación al empleo, la investigación de WPF revela que “cuando se les preguntó cómo ha afectado la situación actual en Venezuela las fuentes de ingreso del hogar, la mitad de los encuestados declaró haber tenido una pérdida parcial de sus ingresos (51%), como una reducción de sus salarios o la pérdida de un trabajo. Más de un tercio de los encuestados (37%) había experimentado una pérdida total de sus ingresos, como haber perdido su único trabajo o su negocio.”

En cuanto a las personas LGBTI Según un “Estudio diagnóstico sobre la situación laboral de jóvenes en condición de vulnerabilidad social en Venezuela, de la organización Acción Ciudadana contra el sida ACCSI en 2019 con 532 encuestas aplicadas 98% reveló que percibían sueldos o ingresos que no superaban los cinco salarios mínimos nacionales, menos de 1,90 US$ diarios. [5] [6] [7]

De las 532 entrevistas aplicadas, 28,2% pertenece a la comunidad LGBTI. La caracterización de este subgrupo recae fundamentalmente en la orientación sexual expresada por hombres y mujeres (19% gays, 4% bisexuales, 4% lesbianas y 1% pansexuales –persona que siente inclinación erótica-afectiva por las personas independientemente de su sexo, identidad de género u orientación sexual).
En el total del sector LGBTI consultado, el porcentaje de extrema pobreza laboral alcanza 98,6%, en el caso de los hombres esta cifra asciende a 100%, mientras que en las mujeres representa 94,3%.

Salud
El sistema de salud en Venezuela está en una situación de catástrofe, luego de décadas de mal manejo y corrupción, migración del personal de salud entre médicos, enfermeros, anestesiólogos entre muchos otros profesionales.
El jueves 21 de junio de 2018, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un informe sobre la situación sanitaria de Venezuela. Advierte que el país “ha estado enfrentando una situación sociopolítica y económica que ha afectado negativamente los indicadores sociales y de salud”. El documento da cifras sobre los brotes de difteria, sarampión, malaria e infecciones por VIH. La OPS muestra “inquietud” por el aumento de la mortalidad materna y en menores de 1 año, y la dificultad para acceder a los medicamentos y la atención adecuada de las personas con enfermedades crónicas potencialmente mortales. La OPS advierte que el sistema de salud venezolano está fragmentado y su capacidad para responder a las necesidades prioritarias disminuyó. [8]
Para 2018, la Federación Médica Venezolana estimaba que 22.000 médicos venezolanos habían emigrado, lo cual representa un tercio de los profesionales que había en el país en 2014. Por su parte, la OPS menciono que  el sistema de salud venezolano disponía de “una capacidad significativa” ya que cuenta con 288 hospitales, 421 centros de atención ambulatoria y 17.986 centros de atención primaria. Dos años han pasado de ese informe.
Hoy en día, los hospitales no están en condiciones de atender a la población actual aun en condiciones normales. Carecen de equipos y medicinas básicas. El sistema de salud venezolano cuenta con apenas 8 camas por cada 10.000 habitantes, según las últimas cifras manejadas por la OMS y algunos periodistas. La falla del servicio eléctrico fue responsable de 164 muertes en 2019.
El virólogo venezolano Julio Castro explicó que en el país solo hay disponibles 84 camas con ventiladores en las unidades de cuidados intensivos del país. La Encuesta Nacional de Hospital realizada por la organización de Médicos por la Salud arrojó que para 2019, la escasez de agua fue denunciada en el 70% de los hospitales del país, que tenían un servicio de agua intermitente y solo contaron con ello una o dos veces por semana. Y antes de la aparición del Covid-19 en Venezuela, más de un 53% de los hospitales no contaban con las mascarillas que debe usar el personal médico para evitar contagios. La escasez de medicamentos sigue ubicándose en el 80%. [9]
En cuanto a la población LGBTI, según el informe comparativo de condiciones sociales, económicas, y culturales de la población LGBT venezolana en Venezuela y en el extranjero elaborado por la Diputada Tamara Adrián en 2019, se encuesto a 306 personas en Venezuela, 91% son cisgénero y el 9% son personas trans.  El 100% de las personas trans aseguro no encontrar ni tener acceso a hormonas para realizar su tratamiento de reemplazo hormonal. Es bueno recordar que a diferencia de otros países, en Venezuela este tratamiento se hace de manera privada. En 2017, denunciamos que algunas personas trans informaron haber recurrido a consumo de hormonas animales para no detener su proceso de transición y sufrir las consecuencias.
Por su parte, las personas que viven con VIH, han manifestado no tener acceso a su tratamiento con antiretrovirales, debido a la escasez de tales medicamentos. En 2018, hubo 100% de desabastecimiento de ARV, según la RED venezolana de personas positivas. [10] [11]

Cabe destacar además que en recientes estudios elaborados por ONUSIDA en 2019, sobre prevalencia de VIH en Venezuela se encuesto a 283 hombres que tienen sexo con hombres/HSH, se confirma que existen centros de salud que mantienen prácticas de discriminación contra personas lgbti, dado que 38,8% manifestó haber sido discriminado en servicios de salud. Por su parte, cuando se le pregunto a 205 mujeres trans 3% reporto haber sido discriminada en servicios de salud. La probabilidad de que la discriminación a personas LGBTI en medio de la pandemia esta presente. 

Para muchas personas en Venezuela quedarse en casa es una medida que les lleva a plantearse “contagiarme con el COVID 19 o morir de hambre”. Otra realidad de quedarse en casa para los jóvenes y adolescentes homosexuales, bisexuales y trans es estar bajo un ambiente hostil debido a la discriminación de la que son objeto por parte de su familia. Es arriesgarse a ser echados a la calle, aunque vivir en la calle ya es una realidad para muchas otras personas en Venezuela.

Urge encontrar la manera para que las diferencias políticas dejen de ser un obstáculo en la implementación de soluciones a los problemas de la población venezolana, en especial, a quienes desde sus particularidades representan grupos vulnerables. Es durante las crisis cuando más atención debe darse a quienes están en una situación de mayor vulnerabilidad. 




[2]  Situación de derechos humanos en Venezuela.  http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Venezuela2018-es.pdf
[4] WFP Venezuela — Evaluación de seguridad alimentaria: Principales hallazgos | Datos recolectados de julio a septiembre de 2019 https://reliefweb.int/report/venezuela-bolivarian-republic/wfp-venezuela-evaluaci-n-de-seguridad-alimentaria-principales
[5]  Mayoría de la población joven que tiene VIH e indígenas están en pobreza laboral extrema https://cronica.uno/mayoria-de-la-poblacion-joven-que-tiene-vih-e-indigenas-estan-en-pobreza-laboral-extrema/
[6] 98% de la población juvenil en Venezuela está en pobreza laboral extrema.  https://www.elimpulso.com/2020/02/13/98-de-la-poblacion-juvenil-en-venezuela-esta-en-pobreza-laboral-extrema-13feb/
[7]  Al menos 27 % de jóvenes venezolanos están desempleados, según estudio https://efectococuyo.com/la-humanidad/al-menos-27-de-jovenes-estan-desempleados/
[8] 10 datos sobre la situación de salud en Venezuela según la OPS  https://prodavinci.com/10-datos-sobre-la-situacion-de-salud-en-venezuela-segun-la-ops/
[11] “En Venezuela se violan los derechos a la vida y la salud” https://www.accsi.org.ve/noticias/2794.html