La homosexualidad no
es… ni pecado, ni delito
ni enfermedad…
El rechazo a las prácticas homosexuales tiene su origen en
tres fuentes, primero cuando la iglesia católica decidió referirse a estas como
practicas contra natura, posteriormente a calificarlas bajo su fe como un
pecado entre otros adjetivos calificativos muy negativos. Posteriormente, se
prohibió legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo en algunos
países convirtiéndolas en un delito. Finalmente, las sociedades médicas/psiquiátricas
de algunos países comenzaron a calificar la homosexualidad como una enfermedad
mental, y la Organización Mundial de la Salud la incluyo en su lista de
trastornos mentales. Así se construyó este rechazo a las personas homosexuales.
Gracias a los cambios sociales, culturales y legales liderados por personas y
organizaciones de la sociedad civil y sus largas luchas hoy en día sabemos que
la homosexualidad no es un pecado, un delito o una enfermedad.
La homosexualidad no es un pecado. Por eso te recomiendo no le creas a ningún
pastor evangélico o sacerdote católico que pretenda decirte que te curara de
ese pecado. Amo al pecador y rechazo el pecado es una frase absurda.
Adicionalmente, el pecado es un instrumento de dominación y control para
obligarte a seguir ciertos comportamientos.
No creas eso de que iras al infierno tampoco que iras al
cielo, esos son figuras imaginarias creadas para separarnos y perpetuar la idea
binaria entre lo bueno y lo malo.
No permitas que te obliguen a abstenerte de tener relaciones
sexuales por ser estas antinaturales. No tener relaciones sexuales es
antinatural, a menos que esta sea tu decisión y no una imposición.
Rechazar esos controles religiosos no significa que rechazas
a Dios. Si tu iglesia te rechaza habla con Dios directamente, no uses
intermediarios. Dios te creo a su imagen y semejanza y nunca te rechazaría.
La homosexualidad no es un delito. No le creas a un funcionario que te diga que
vas preso si te tomas de la mano con tu pareja, o que eso va contra la moral y las
buenas costumbres. Esos son sus prejuicios actuando. La ley te protege contra
la discriminación.
No hay en el país ninguna norma legal que señale que las
expresiones de afecto como tomarse de la mano, acariciarse, besarse son un
delito. No hay nada malo en expresar afecto al ser amado.
Si te dicen que es por la presencia de niñas y niños es otra
manera de manipularte para hacerte sentir culpa y vergüenza. Los niños no
tienen prejuicios pero si aprenden los prejuicios de sus padres. Solo con
decirle a los niños que dos personas del mismo sexo también pueden amarse y
expresar afecto en público lo entenderán.
Ningún funcionario público puede detenerte ni amenazarte con
mantenerte retenido, detenido y mucho menos enviarte a la cárcel por ser
homosexual.
La homosexualidad no es una enfermedad, no aceptes que te obliguen a tomar terapia
psicológica o psiquiátrica para cambiar o quitarte una enfermedad que no
existe. Busca ayuda psicológica solo si necesitas trabajar en tu aceptación
individual. Rodéate de personas que te quieran y no te juzguen. Indaga bien
sobre el tipo de terapia que utiliza el psicólogo que decidas consultar. Asegúrate
de que en efecto exhiba en su consultorio el título que le acredite como tal. Indaga
sobre la diferencia entre un psicólogo, psiquiatra y un terapeuta y escoge al
que más se adapte a tus necesidades.
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud
retiro a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, donde nunca debió
haber sido incluida porque nunca hubo evidencia cierta para tal decisión.
Por ultimo…
No discutas con personas que te aseguren que la
homosexualidad es un pecado, un delito o una enfermedad. Esa posición obedece a
siglos de prejuicios e ignorancia. En la medida de lo posible adopta una
actitud pedagógica. Muchas personas demuestran una disposición a aprender y
salir de la ignorancia. Hazlo con explicaciones sencillas y lenguaje apropiado.
Ten en cuenta que la ideología de género no existe, es una creación
de los movimientos mundiales anti-derechos cuya labor constante y permanente es
oponerse a que todas las personas tengamos los mismo derechos y vivamos en
equidad. La razón en particular es porque los grupos anti-derechos viven bajo la
creencia de que ser heterosexuales les convierte en seres con una superioridad moral
sobre quienes somos homosexuales.
Las personas homosexuales entendemos que solo buscamos vivir
en dignidad y con iguales derechos, sin discriminación ni distinción alguna. No
buscamos acabar con la humanidad, porque además no tenemos esa capacidad, y
porque la homosexualidad ha existido desde inicios de la civilización. Amar a
unan persona del mismo sexo no significa que todos debemos hacerlo, las
personas heterosexuales seguirán casándose, teniendo hijos y siendo felices,
así como nosotros deseamos hacerlo.
No buscamos ser enemigos de nadie, ni de las iglesias, ni de la autoridad, ni de la sociedad médica/psiquiátrica. Entonces, evitemos episodios de violencia verbal o física.
No buscamos ser enemigos de nadie, ni de las iglesias, ni de la autoridad, ni de la sociedad médica/psiquiátrica. Entonces, evitemos episodios de violencia verbal o física.
Para cerrar, te recomiendo construir tus propios argumentos
para defenderte de cualquier agresión verbal. Ten presente que la ley te
protege contra la discriminación por orientación sexual. Evita siempre la confrontación
física. No eres un pecador, no eres un delincuente, no estas enfermo. Eres un
ser hermoso que ama como cualquier otra persona. Vive y se
feliz.