lunes, 15 de julio de 2013

Pancreatitis

Pancreatitis


Pancreatitis aguda y crónica

¿Qué es el páncreas?
El páncreas es un órgano con funciones de glándula. Está situado detrás del estómago y al lado de la parte superior del intestino delgado llamado duodeno (esto es aproximadamente en en la "boca del estómago") . Tiene dos funciones principales. Primero, el páncreas facilita la digestión de carbohidratos (azúcares), de proteínas y de la grasa por la secreción de enzimas digestivas. En segundo lugar, el páncreas libera dos hormonas, insulina y glucagon, a la circulación sanguínea. Estas hormonas están implicadas en el metabolismo del azúcar en el cuerpo.

¿Qué es la pancreatitis?
La pancreatitis es una enfermedad en la cual el páncreas se inflama. El daño pancreático ocurre cuando las enzimas digestivas se activan y comienzan a atacar al propio páncreas. En casos muy severos, la pancreatitis puede dar lugar a hemorragia de la glándula. La pancreatitis severa puede dar lugar a daño a otros órganos tales como el corazón, el pulmón y los riñones. Cuando suceden estas, la vida puede ponerse en peligro.

Hay dos formas de pancreatitis: aguda y crónica. La forma aguda ocurre repentinamente; sin embargo, la mayoría de los pacientes (80 por ciento) se recupera totalmente. La pancreatitis crónica es, generalmente, el resultado del daño de muchos años al páncreas por la ingestión de alcohol. La pancreatitis crónica se manifiesta sobre todo por dolor crónico y pérdida severa de la función pancreática, con diarrea y baja de peso.

¿Qué Causa la Pancreatitis?
En el 80 por ciento de los casos, la pancreatitis aguda es causada por piedras biliares o la ingestión de alcohol. Otras causas muy raras se deben a ciertos medicamentos y a infecciones, golpes, procedimientos como la colangiopancreatografía endoscópica o ciertas cirugías. También ciertos padecimientos congénitos o del metabolismo, como lípidos o calcio muy alto en la sangre pueden ocasionarla. En cerca de 10 por ciento de los casos, la causa es desconocida a pesar de múltiples estudios.

En más del 90 por ciento de los casos, la pancreatitis crónica es causada por la ingestión prolongada de alcohol dando como resultado daño pancreático. En un porcentaje pequeño de los casos, la causa es desconocida y, muy raramente, los pacientes pueden tener pancreatitis crónica hereditaria.

¿Cuáles son los síntomas?
La mayoría de los pacientes con pancreatitis aguda tienen dolor abdominal superior ("boca del estómago") que atraviesa hacia la espalda. El abdomen puede estar muy distendido (inflado). Los pacientes también pueden tener náusea, vómito y fiebre. Si una piedra de la vesícula produjo la pancreatitis probablemente el paciente se ponga ictérico (amarillo).

La pancreatitis crónica tiene tres síntomas: dolor, mala absorción del alimento que conduce a diarrea y diabetes. El dolor de la pancreatitis crónica es generalmente constante y también atraviesa a espalda. La pérdida del peso es generalmente debido a la inhabilidad de secretar las enzimas pancreáticas por lo que los alimentos no se absorben normalmente. Finalmente, la diabetes puede aparecer en casos avanzados.

¿Cómo se diagnostica la pancreatitis?
Se sospecha la pancreatitis aguda cuando un paciente tiene síntomas y tiene factores de riesgo tales como alcoholismo o piedras de vesícula ya conocidas. El diagnostico se hace con los resultados de los exámenes de laboratorio, cuando se encuentran elevadas dos sustancias producidas por el páncreas inflamado: la amilasa y la lipasa. Cuando el paciente se recupera, los niveles en sangre de estas enzimas disminuirán a normal. Se pueden necesitar además otros estudios de sangre, así como ultrasonido o tomografía en algunos casos.

La pancreatitis crónica se sospecha generalmente cuando el paciente tiene síntomas y factores de riesgo como alcoholismo. El diagnóstico puede ser difícil pero se realiza con pruebas de función y de imagen pancreáticas como ultrasonido endoscópico, colangiopancreatografía endoscópica o tomografía.

¿Cuál es el tratamiento de la pancreatitis?
La pancreatitis aguda se trata con hospitalización y en la mayoría de los casos se resuelve por si sola, con líquidos intravenosos, ayuno y medicamentos para el dolor. Sin embargo hasta en el 20 por ciento de los pacientes, la pancreatitis puede ser severa. El paciente puede necesitar ser internado en la unidad de terapia intensiva debido al daño a otros órganos como el corazón, los pulmones o los riñones. Algunos pacientes requieren cirugía y procedimientos endoscópicos. La pancreatitis crónica puede ser difícil de tratar. El tratamiento está dirigido a controlar el dolor, ya que la función perdida no se puede recuperar. La mala absorción de alimentos se corrige con enzimas pancreáticas en cápsulas y la diabetes puede necesitar de insulina. En algunos casos puede ser necesario operar para quitar la mayor parte del páncreas.

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