viernes, 1 de agosto de 2014

¿Qué significa ser activista?


Pareciera que en estos tiempos cualquiera puede auto definirse como defensor de derechos humanos. Está bien que hablemos de derechos humanos, que queramos ser justos y que hasta nos apasionemos por su defensa; pero antes de calificarnos o auto denominarnos activistas y/o defensores debemos tener claro lo que esto implica en la práctica, pues no puede quedarse todo en el titulo o en las palabras “activismo” o “derechos”.

El activismo, según la RAE, se define como la “dedicación intensa a una determinada línea de acción en la vida pública”. Una causa pública puede ser de tipo social, político o religioso, y yo agregaría una causa de tipo ambiental. Por su parte, el activista se define como un “militante de un movimiento social, de una organización sindical o de un partido político que interviene activamente en la propaganda y el proselitismo de sus ideas”. Por lo tanto,  ser una activista significa defender una causa.  Aunque esto en ocasiones se asocie con ser un agitador o un revoltoso.

Las acciones en las que usualmente participa un activista son muy variadas siempre que estén dentro del marco de la legalidad, estás van desde la redacción de documentos, cabildear (acciones políticas)  boicot, efectuar reuniones, convocar a ruedas de prensa para hacer declaraciones a favor de la causa o en protesta por una acción contraria a la causa que se defiende,  manifestaciones, protestas, realización de pancartas, marchas,  entre otras.

El activismo, en mi opinión, puede ejercerse de manera individual; es decir, no es necesario pertenecer a una organización o comité o sindicato para defender una causa, aun cuando así lo considere la mayoría. Durante un tiempo, y de manera muy intensa, me involucré como activista por la defensa de los derechos de los animales, en especial de los perros. No pertenecía a ninguna organización pero participaba en todas las actividades convocadas en favor de los animales. 
  
Dentro de la amplia variedad de causas a la que puede dedicarse un activista se puede mencionar  la causa ambiental, por ejemplo, el promover la protección de la capa de ozono, el efecto invernadero; la causa política, como el derecho a la libertad de expresión, la participación en elecciones; la defensa de los animales como la prohibición de las corridas de toros;   las causas sociales son muy amplias, pero se puede mencionar las exigencias de mejores servicios públicos como agua, aseo, telefonía, internet. Aunque muchas de estas cusas están relacionadas con los derechos humanos, el activista no necesariamente está en conocimiento de las normas establecidas en los tratados internacionales o de la parte formal, por así decirlo. Su área de acción puede ser de manera local, muy puntual dentro de su comunidad, pero no necesariamente limitada. Su acción también puede ser regional o nacional. De cualquier manera, no resulta muy fácil delimitar las acciones de un activista pues las mismas, en ocasiones, se desarrollan como reacción espontánea en un momento de crisis particular.   

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