viernes, 24 de febrero de 2012

¿Cómo debo comportarme en un parque para perros?

Llevo mis perros al parque con mucha frecuencia, casi a diario y regularmente me encuentro con personas “inexpertas” quienes no saben como comportarse. Aquí les dejo algunos consejos. Primero que nada, tu cachorro debe tener todas sus vacunas. Los veterinarios recomiendan cumplir con todas las vacunas antes de llevar tu cachorro a un parque. Por la simple razón de que sin ellas el cachorro está vulnerable y podría contraer cualquier enfermedad. Al llegar al parque, especialmente si es por primera vez, es normal que haya un grupo de perros que se le acerquen a olerlo. No tengas miedo y no cometas el error de cargarlo, pensando que lo estas protegiendo. Obsérvalo, pero debes darle libertad. El perro debe interactuar con otros perros. Ese es el propósito principal de llevarlo al parque, no para que este en tus piernas, sino para que juegue, y tenga actividad física. Debes llevarle agua, en caso de que el parque no disponga de una fuente donde tu cachorro pueda hidratarse. Esto es muy importante. Si tu perro es muy activo sentirá mucha sed. Debes estar preparado. Lleva siempre bolsas para recoger el pupú de tu perro. Es tu responsabilidad. En el parque no hay una persona que lo haga por ti. Trata de no distraerte conversando con tus amigos del parque de perros. Normalmente, tu perro hará sus necesidades al llegar al parque. Debes estar atento, recoge el pupú y luego tendrás tiempo para conversar con tranquilidad, sin olvidar tu responsabilidad, para que todo podamos disfrutar de un parque limpio. Si ves que alguien se distrae y no recoge el pupú de su perro, llama su atención y dile donde se hizo su perro y ofrécele una bolsa para que lo recoja. Sí eres tu quien se distrae y no recoges el pupú de tu perro y alguien más te hace la observación, no te molestes, agradécele a la persona y recoge el pupú. Por ningún motivo lleves a tu perra mientras este en su período de celo. El celo dura 21 días. No se va a deprimir ni se va enfermar si no la llevas al parque. Por el contrario, sí podría enfermarse si la lleva al parque, podría agarrar alguna infección, existe la posibilidad de que algún perro intente montarla y en efecto lo haga. Y lo que es aún peor, los perros machos podrían pelearse por montarla, reclamarla como suya y un agradable paseo al parque podría transformarse en una gran tragedia. No la lleves al parque. Si llevas galletas algún alimento para dar a tu cachorro y otro perro se te acerca para pedirte, pregúntale a su dueño si puedes darle antes de hacerlo. Algunos perros son alérgicos o tienen problemas estomacales o intestinales, por lo cual su dieta es muy estricta. Sí le das de comer sin preguntar a su dueño, podrías estar cometiendo una imprudencia en vez de una gracia. Si llevas niños a un parque de perros, debes advertirles que su comportamiento debe ser cuidadoso. Algunos perros se asustan al ver correr a los niños, su mecanismo de defensa es ladrar y perseguir al niño o niña. Pero no debes inculcarles miedo a los niños sobre los perros. Finalmente, lo más importante es diviértete y permite que tu perro también lo haga. No lo sobreprotejas. Déjalo ser, que se comporte como un perro y comparta con otros perros. Ellos sabrán escoger sus compañeros de juego, según su tamaño y estilo.

La primera visita al parque de mascotas

¿Su Primera Visita? Mi perro nunca ha estado en un parque para perros antes. ¿Qué reacción puedo esperar? Las reacciones varían dependiendo de la naturaleza del perro, su entorno de vida, y su edad. Para la primera visita a un parque para perros, trata de llegar en un momento en que no hay muchos perros presentes. Esto reducirá el estrés en el perro. Para los perros demasiado habituados a la casa o que viven en áreas pequeñas dentro de la casa, entrar en un área grande como un parque para perros y el estar sin su correa puede ser estresante, incluso sin otros perros. Ellos necesitan tiempo para adaptarse a la nueva libertad. Camine a su perro por el lado externo de la reja del parque. Que los perros que están dentro de la reja se acerquen a saludar, a oler y vea cómo reacciona su cachorro. Si su perro también olfatea a los otros perros y reacciona amigablemente, puede ser que esté dispuesto a participar en las actividades. En cambio, si el perro ladra y se lanza violentamente a los que están dentro de la cerca, se puede necesitar más de socialización antes de entrar al parque. Cuando lo haga entrar, asegúrese de retirar su correa una vez que entre. A continuación, puede abrir la puerta para que su cachorro corra en el parque. No mantenga su perro con la correa en el interior de la zona sin correa ya que podría poner a su perro en una situación de desventaja ¿los otros perros pueden correr, pero no el mío? De esta manera tu perro puede reaccionar de manera más agresiva. Cuando un perro entra en un parque para perros, lo primero que notará es que un grupo de perros que ya están dentro del parque vendrá corriendo a la reja para ver quien está llegando. Este es el Comité de Bienvenida. Los perros son animales curiosos, en realidad son francamente curiosos, y que se quiere examinar al novato. Dependiendo de la naturaleza de su perro, ya sea que estará ansioso de entrar y jugar o estará renuente a entrar en una manada de perros desconocidos. El "nerviosismo de la primera vez" es sólo que su perro se siente inseguro del nuevo entorno. Por lo general, toma aproximadamente diez minutos para que un nuevo perro se acostumbre al medio ambiente del parque para perros. Inicialmente, usted puede ver el animal con su cola en una postura defensiva, curvado hacia abajo entre las patas traseras. Se puede acostar o tratar de entrar en una esquina mientras que todos los perros en el parque lo rondan y tratan de oler al recién llegado. Los perros que ya están dentro del parque están siendo amistosos, pero su perro no lo sabe todavía. Acariciar a tu perro y darle palabras de consuelo es una manera de reducir el estrés. Su perro puede correr para alejarse y pude aun ser perseguido en busca de juego por los perros del Comité de Bienvenida. Manténgase cerca en caso de que su perro quiera venir a ti para en busca de protección. Una vez que su perro se da cuenta de que no hay amenazas en el interior del parque, usted debe ver la cola de su perro regresar a su lugar sobre la curva de la espalda y, finalmente, a la posición de "Me estoy divirtiendo". Para entonces ya habrá observado que su perro está realmente disfrutando del ambiente. Una vez que su perro hace sus amigos y comienza a ver los perros regularmente, usted no verá el mismo Comité de bienvenida en la puerta. Usted en cambio, verá a los amigos de su perro esperando ansiosamente para jugar y el juego comenzará tan pronto como se abra la puerta. Los perros tienen estilos de juego diferentes. A algunos les gusta simplemente caminar alrededor y no interactúan con otros perros, algunos, como para perseguir y ejecutar, mientras que a otros les gusta luchar. Su perro rápidamente encontrará compañeros de juego de otro tipo que tienen estilos de juego similares. Mientras que su perro se está adaptando al nuevo entorno, asegúrese de presentarse a los otros seres humanos en el parque. Explique que usted y su perro son nuevos y solicite toda clase de consejos útiles para maximizar el disfrute de las instalaciones por parte de su perro y el suyo también. Mantenga un ojo en su perro para que pueda adherirse a la regla número uno del parque para perros: Recoge el pupu! Es posible que también desee hacer su visita inaugural al parque para perros un poco corta, tal vez sólo treinta minutos. Asegúrese de dejar una nota positiva. Usted querrá irse en un momento cuando el perro se divierte, que no esté demasiado cansado, y realmente no se quiere ir. Tu cachorro esperará la próxima visita ansiosamente. Al igual que con cualquier parque, hay reglas. La mayoría de los parques del perro no son supervisados, algunos utilizan voluntarios que vigilan el parque para perros, mientras que otros tienen el personal del parque durante las horas pico. Visitantes del parque para perros, no dude en utilizar sus teléfonos celulares para llamar a las autoridades si sienten que su seguridad y salud o la de su perro están en peligro. Cada persona es responsable de las acciones de su perro. Información tomada de la página web de Boone County. Dog park recommendations. Traducción de Quiteria Franco

jueves, 23 de febrero de 2012

¡Está muy exigente profesora!

Día Martes, 9:25 am, Universidad Simón Bolívar, cinco minutos para mi clase de horario 3-4; es decir, de 9: 30 a 11:30 am. Me acerco a la puerta de mi aula, donde aún esta el profesor de la clase anterior, miro al pizarrón, está todo lleno de números y formulas, evidencia de ser una clase de matemática o física, o cualquier otra asignatura técnica. El profesor, conversa con unos alumnos y mientras tanto recoge sus libros y material de enseñanza. Guarda su borrador y un puño de tizas que estaban sobre el escritorio, donde queda una mancha de tiza y polvo de la misma. La silla de color azul, tiene marcas de dedos blancos, de manos con polvo de tiza. Con voz tímida pero firme, le digo al profesor, ¨Profesor, sería tan amable de borrar la pizarra por favor¨ su respuesta: profesora, ¨Esta usted muy exigente, entra antes de tiempo y además me pide que le borre la pizarra, yo la encontré así y así la dejo” Durante casi once años, he sufrido en silencio, la desagradable experiencia de llegar a un aula de clase y encontrarme con un lugar absolutamente asqueroso, en condiciones como la antes descrita, y además con restos de tiza y ese polvillo típico que deja la tiza en el aire y en el piso, luego de sacudir el borrador en la pared o en cualquier rincón. Un colega de la Universidad Central de Venezuela escribió sobre mi solicitud pública a todos los profesores de limpiar la pizarra (Publicación anterior). “llegar a un salón de clase y encontrarlo sucio, es como llegar a comer y encontrar la mesa sucia¨ La respuesta de este profesor de la USB, cuyo nombre por cierto desconozco me hizo, pensar en muchas cosas. Al momento, mi respuesta fue del tamaño de mi indignación. No solo fue grosera su respuesta, fue ofensiva y repulsiva. ¨A usted le parece que su respuesta es un buen ejemplo para todos los alumnos¨, pregunté. Tanto mis alumnos como el pequeño grupo de sus alumnos escucharon su respuesta. Y seguí: ¨el problema es que ustedes los que enseñan matemática y física no son docentes, llegan a esta profesión como una alternativa que les dé recursos económicos suficientes para sobrevivir, pero no son docentes, ni de vocación ni de formación. Son meros transmisores de conocimientos, no son docentes, por eso desconoce que su obligación es borrar la pizarra porque después de su clase, hay otra clase, viene otro profesor que no tiene por qué hacer su trabajo¨ Yo tengo treinta años dando clase, Profesora¨. Respondió. Ante lo cual le dije ¨eso no lo convierte en un docente, y no me quiero imaginar la calidad de la educación que hasta ahora ha impartido¨. Algún día quizás tendremos normaS, leyes y reglamentos que se cumplan. La profesión de docente debe estar restringida a profesionales, que obligatoriamente hayan estudiado educación o a aquellos de otras áreas de conocimiento pero que hayan cursado por lo menos varios años de formación docente. Un docente, es un formador, un educador, un modelo a seguir, es una guía, es un colaborador, es en ocasiones un orientador. Todas estas responsabilidades no se le pueden asignar a cualquier persona. En este país es tan común ver avisos de prensa en los que se solicita para dar clases de varias asignaturas como inglés, matemática, física, sociales u cualquier otra entre las más comunes, estudiantes de los últimos semestres de la carrera, imagino que por razones económicas, el pago es siempre más bajo por carecer de experiencia, o en el caso de inglés, alguien que vivió en algún país de habla inglesa. El saber hablar inglés, no los califica para enseñar. En los países de primer mundo, no por ser hablantes nativos de español, podemos llegar a enseñar, NO, no podemos por que existen gremios de profesionales de la docencia que lo impiden, es necesario demostrar que tenemos algún tipo de formación docente y experiencia para poder trabajar, en principio como asistentes, es decir comenzar bajo la supervisión de otro profesor. La enseñanza de nuestros hijos no puede estar en manos de gente como este profesor, que no tiene ni la más mínima delicadeza de responder ante la petición de una profesora con algo de decoro, y asumir su descuido e iresponsabilidad por no borrar el pizarrón. Obviamente, que su respuesta, para algunos fue algo cómico, para mi fue todo menos comico.