sábado, 16 de diciembre de 2017

¿Tienes visa? casémonos…


¿Tienes visa? casémonos…

Hace unos días el portal de noticias El Estímulo publicó un trabajo del periodista Lizandro Samuel titulado “matrimonios jóvenes: más allá del te amo” [1] en el que se relatan varias historias de jóvenes venezolanos que decidieron casarse antes de emigrar. La noticia revela un secreto a voces, los jóvenes y otros no tan jóvenes están casándose para obtener la visa americana; un pasaporte europeo o la nacionalidad de la otra persona a quien se unen legalmente, que les permita permanecer en el país de destino.

Cerca de cinco historias, un matrimonio no realizado por que uno de los contrayentes dudó, un matrimonio que se quedó en Venezuela. Los otros tres matrimonios terminaron en divorcio a tan solo un año de haberse realizado.

Datos de matrimonios vs divorcios en Venezuela. Del año 2002 (73.163 bodas) hasta el 2012 (102.077 casamientos). En 2012, el último año con estadísticas publicadas por el INE, se produjeron en el país 30.660 divorcios.  
Curioso que el argumento en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo es que los homosexuales somos infieles, entonces vamos a agarrar la institución matrimonial como jueguito y nos vamos a divorciar a cada rato y a volver a casarnos.  

El artículo es claro y enfático “En Caracas, cada fin de semana los casorios se esparcen por sus iglesias y, durante los días hábiles, los registros están en una constante actividad nupcial: casarse para irse, casarse por papeles, casarse para tener un apoyo emocional.”

Consultaron al psicólogo César Landaeta quien expresó “Aparentemente se ha producido ese aumento no solo en matrimonios sino en uniones que no son formalmente legalizadas. Las razones principales de ese fenómeno podrían estar en la necesidad de crear una familia que proporcione seguridad, tanto afectiva como económica. La inestabilidad social y política suele generar montones de ansiedad que necesitan reducirse mediante la formación de vínculos gratificantes y creo que tal debe ser el caso de lo que ocurre con estas nuevas parejas”.

Cierto, no es el primero ni el último en hablar sobre los aspectos positivos y beneficiosos del matrimonio o de formar una familia. Lo afirmó la Asociación Americana de Psicólogos (APA) para apoyar la solicitud de matrimonio igualitario en Estados Unidos, que fue utilizada por los países latinoamericanos que ya han reconocido este derecho a las parejas del mismo el mismo sexo.    
Lo que llama mi atención del artículo publicado es que es una situación que parece ser conocida por miembros de las iglesias que realizan estas uniones, quizá no. De no saberlo, entonces podemos presumir que los contrayentes mienten para poder casarse.

La situación la conocen las autoridades que realizan las ceremonias civiles. Lo saben las autoridades venezolanas, las americanas, europeas, en fin, lo sabe el mundo entero que la gente heterosexual (los homosexuales no podemos) en Venezuela se está casando para obtener papeles y quedarse en el país seleccionado.   

Nadie, absolutamente nadie les niega su derecho al matrimonio, aun sabiendo las razones por las cuales se están casando.

¿Dónde están los defensores de la institución civil del matrimonio?  ¿Dónde están los defensores del sacramento del matrimonio? Dónde están quienes se oponen al matrimonio a las parejas del mismo sexo? ¿Cómo es que no han salido a marchar para protestar estos matrimonios por negocio?  
¿Es que acaso esto que sucede les parece bien? ¿Les parece bien porque lo están haciendo las parejas heterosexuales?
¿Qué dirían si fueran parejas homosexuales quienes estuvieran haciendo esto de casarse para obtener los papeles para emigrar?

No les daré las respuestas que tengo en mente. Les dejo las preguntas para que se respondan ustedes mismos entre amigos o permanezcan en silencio como hasta ahora, como lo han hecho todas las personas a quienes les he comentado esto.

O quizás, como algunos otros, comentarán sobre otros conocidos, o amigos que se han casado por necesidad y  en cuyas fiestas de celebración bailaron y cantaron.

Espero hagan lo mismo, permanezcan callados cuando las parejas del mismo sexo en Venezuela logremos nuestro derecho al matrimonio e igualmente vayan a las celebraciones, canten rían y expresen su felicidad por la pareja.   




[1] Más allá del te amo. El Estímulo. 10-12-2017. http://elestimulo.com/climax/matrimonios-jovenes-mas-alla-del-te-amo/

domingo, 10 de diciembre de 2017

Recomendaciones de la ONU para el respeto y la integración


En el mes de octubre se dio a conocer un documento contentivo de  cinco normas de conducta  para las empresas de todo el mundo sobre cómo tratar a empleados, proveedores y clientes LGBTI, el colectivo formado por personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex publicado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y presentadas por el propio Comisionado Zeid Ra'ad Al Hussein.
Estándares de conducta empresarial contra la discriminación a personas LGBTI. (2017)
1. Respeto a los derechos humanos
Las empresas deben desarrollar políticas, ejercer la debida diligencia y remediar los impactos adversos para garantizar que respeten los derechos humanos de las personas LGBTI. Las empresas también deben establecer mecanismos para monitorear y comunicar su cumplimiento de las normas de derechos humanos.
2. Eliminar la discriminación
Las empresas deben asegurarse de que no haya discriminación en su contratación, empleo, condiciones laborales, beneficios, respeto a la privacidad o tratamiento del acoso.
3. Dar apoyo
Las empresas deben proporcionar un ambiente positivo y afirmativo para que los empleados LGBTI puedan trabajar con dignidad y sin estigma.
4. Prevenir otras violaciones de DDHH
Las empresas no deben discriminar a los proveedores, distribuidores o clientes LGBTI, y deben usar su influencia para evitar la discriminación y los abusos relacionados.
5. Actuar en la esfera pública
Se alienta a las empresas a contribuir a detener los abusos contra los derechos humanos en los países en los que operan. Al hacerlo, deberían consultar con las comunidades locales para identificar los pasos que podrían tomar, incluida la defensa pública, la acción colectiva, el diálogo social, el apoyo a las organizaciones LGBTI y desafiar las acciones abusivas del gobierno.
Ante estas recomendaciones algunas personas me han preguntado ¿son realmente necesarias estas medidas? Mi respuesta es sí, sin lugar a dudas. 
Para muchos puede ser inconcebible la subjetividad con la que se puede decidir a quién contratar en las empresas e inclusive descartar a alguien con un excelente currículo debido a una característica contraria a quien al final toma la decisión. 
Y muchos dirán, si bueno, pero eso también sucede a personas heterosexuales. Cierto, eso no lo hace aceptable. También sucede a mujeres, quienes muchas veces son rechazadas de un trabajo debido al temor de los empleadores a que éstas salgan embarazadas, o que falten por dolores menstruales. Esto tampoco es aceptable y, definitivamente, no debería suceder.
En el caso de las personas homosexuales la discriminación en el ambiente laboral puede verse agravado por sus características particulares y, precisamente, por ser un grupo vulnerable los países han de promover acciones afirmativas para subsanar esas desigualdades. En vista de que muchos países no lo hacen, Naciones Unidas ha emprendido esta cruzada para proteger y prevenir situaciones de desigualdad y discriminación a las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans. Estás medidas deberían ser adoptadas por todos los países miembros de Naciones Unidas.
¿Cómo han respondido las empresas privadas a estas medidas? Parte de la buena noticia es que estas normas no son una imposición de Naciones Unidas sino que han sido elaboradas con el apoyo del Instituto de Derechos Humanos y Empresas (IHRB) y estos se basan en los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos y en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Son, en esencia, una respuesta a las dudas de empresarios sobre cómo superar la discriminación hacia las personas LGBTI en las empresas.
Por su parte, el índice de igualdad corporativa de Human Rights Campaign, que desde 2002, se usa para medir anualmente la equidad hacia las personas LGBTI, este año ha calificado a las 10 empresas más comprometidas con la inclusión de personas LGBTI, estas son:  Accenture, Baker McKenzie, Google, IBM, grupo Ikea, Microsoft, PayPal,  Simmons & Simmons LLP, Coca-Cola, y Gap Inc.
Vale la pena aclarar que la ausencia de legislación en algunos países que proteja y reconozca los derechos de las personas LGBTI, son un desafío para las empresas que se comprometen a respetar  y apoyar los derechos humanos. No obstante, esto no debe utilizarse como una excusa para no actuar.
En Venezuela, algunas empresas transnacionales ya han comenzado a elaborar sus políticas internas de inclusión a personas LGBTI. Igualmente, lo han comenzado a hacer algunas organizaciones de derechos humanos a incluir en sus nominas a personas LGBTI. Tal es el caso de Amnistía Internacional, la cual mantiene una política de inclusión y no discriminación no solo en sus campañas sino también en sus políticas de contratación y normas de conducta interna, así como un protocolo contra el acoso sexual.
Ya en 2013, el Banco Mundial en su informe “la inclusión si importa” resaltó los beneficios para las empresas, la sociedad y el progreso económico mundial la incorporación de grupos minoritarios e históricamente excluidos como las mujeres, migrantes, indígenas y personas LGBTI.
La invitación es a los empresarios venezolanos a ser parte del progreso; a crecer y avanzar de la mano de la inclusión total y real en sus empresas. 
Escrito para Amnistía Venezuela

Agresión a lesbianas también es violencia de género


Al no ser algo que comúnmente reflejado en los medios de comunicación, es necesario visibilizar la violencia de la que son objeto las mujeres lesbianas, bisexuales y trans como miembros de un grupo minoritario y cuya circunstancia de discriminación y marginación se ve agravada debido a su orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
Recordemos que recientemente, el 25 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Desde 1981, militantes y activistas en favor del derecho de la mujer observaban esta fecha como un día de protesta y conmemoración contra la violencia que sufre la población femenina. La fecha fue elegida en memoria del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de República Dominicana, por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillo, quien gobernó el país desde 1930 hasta 1961.
Según las Naciones Unidas “en la actualidad, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo”.
En esta ocasión enfocaré mi análisis a la violencia hacia las mujeres lesbianas. Existe una situación de violación de derechos humanos debido a la negación e impedimento del disfrute de sus derechos fundamentales. En el caso de las mujeres lesbianas que se ven afectadas por diversos tipos de violaciones de derechos humanos, entre ellos el no reconocimiento de su derecho al matrimonio y a la protección de su familia homoparental.
La violencia intragénero no está incluida en la Ley de las mujeres a una vida libre de violencia. A pesar de ser una realidad, las parejas integradas por mujeres lesbianas también experimentan situaciones de violencia. Al momento en que se presentan no son consideradas en el marco de esta legislación dado que en esta ley el agresor debe ser de sexo/género masculino. Por ende, existe en vacío en la ley al no contemplar este tipo de violencia que es atendida bajo otras categorías como alteraciones a la convivencia ciudadana; es decir, casos de “riñas”, desorden u otro similar.
Con la violencia laboral muchas veces pasa inadvertida debido a la dificultad para demostrar su existencia. Puede consistir en la no contratación por ser lesbianas. En otras ocasiones se recurre a despidos injustificados bajo excusas de finalización de contratos, en otras se les impide el ascenso a mejores posiciones, se pueden dar situaciones de cambios o reasignación o no asignación de tareas, entre otras medidas que frenan el disfrute de un ambiente laboral adecuado.
Violencia sexual es usualmente ejercida por familiares o allegados quienes consideran que se trata de una desorientación o confusión y piensan que a través de “violaciones correctivas” se podrá modificar la orientación sexual de la mujer lesbiana.
También existe la violencia institucional a la que se enfrentan las mujeres lesbianas al no encontrar en las personas que están al frente de las instituciones la colaboración necesaria para recibir y procesar denuncias de violencia por razón de su orientación sexual. Algunos funcionarios se excusan detrás de la ignorancia o a la ausencia de un marco legal de protección a las mujeres lesbianas y de sanciones a este tipo de delito.
Asimismo, la violencia médica. Muchas veces las mujeres lesbianas son maltratadas en las consultas ginecológicas luego de revelar su orientación sexual. Son víctimas del rechazo por doctores que anteponen su homofobia a la ética profesional con la que deben actuar.
Y está la violencia mediática en la que la nula representación de las mujeres lesbianas en los medios de comunicación no contribuye a desmontar la imagen que de ellas se tiene. Es decir, la imagen de la mujer lesbiana masculinizada que no refleja la diversidad real. Por otro lado, se muestra a la mujer lesbiana como una fantasía sexual para hombres heterosexuales. Mostrar estas imágenes sesgadas de las mujeres lesbianas puede considerarse como violencia mediática.
Escrito para Alternos.la 

La vida de una lesbiana fuera del closet


“Salir del closet” es una expresión lingüística que se ha utilizado para referirse a la acción voluntaria y pública de una persona de expresar su orientación sexual no heterosexual. De tal manera que funciona como una analogía que ilustra la idea de mantener un aspecto de la vida encerrado, guardado u oculto, principalmente por temor a ser discriminado o estigmatizado por ser homosexual o bisexual; o dicho de otra manera, por no ser heterosexual.
En 1988, el psicólogo Robert Eichberg y el activista Jean O’Leary implementaron cada 11 de octubre como el Día Internacional para salir del Clóset, aprovechando la celebración de la Segunda Marcha por los Derechos de Gays y Lesbianas, que tuvo lugar en Washington DC, Estados Unidos, para pedir la igualdad de derechos para todas las personas sin discriminación. Los eventos del National Coming Out Day, o Día para salir del Closet, son usados para sensibilizar a la población general sobre los movimientos LGBTI en un esfuerzo de brindarles una cara más familiar.
A lo largo de los años han sido muchas las personas famosas que han expresado públicamente su homosexualidad o bisexualidad. Solo para mencionar algunos, los cantantes David Bowie, Freddy Mercury y Elton John lo hicieron en la década de los setenta. En los años noventa fueron la actriz Jane Marie Lynch, la cantante Melissa Etheridge y la que es considerada la salida del closet más famosa, la de la comediante norteamericana Ellen DeGeneres. Posteriormente, son muchos los personajes de la farándula y también del ámbito deportivo que han optado hacerlo.
Salir del closet es una decisión personal y voluntaria. Para hacerlo hay que tomar en consideración el ambiente en el que se hará. Por ejemplo, en países donde la homosexualidad es aún considerada un delito debe analizarse los riegos y las consecuencias de esta decisión.
A pesar de los múltiples beneficios que trae consigo salir del closet hay que ser valiente para emprender teniendo presente que aun cuando no haya situación de riesgo de muerte o castigo, existe la posibilidad de seguir siendo objeto de tratos crueles y degradantes. Otros actos de discriminación como tratamiento desigual en el lugar de trabajo, la no asignación de labores acorde con los conocimientos, limitaciones en ascensos e incluso el despido podrían ocurrir.
En el hogar siempre existe la posibilidad de no contar con la comprensión y el apoyo de los padres, hermanos y allegados. Amigos de la infancia o de la universidad podrían decidir alejarse y romper una relación.
Un sondeo ilustrativo de la realidad
Consulté a 22 mujeres no famosas sobre cómo se ha desarrollado su vida luego de haber expresado públicamente (a sus amigos, familiares o compañeros de trabajo) su orientación sexual no heterosexual, particularmente sobre dos aspectos, primero las razones que las llevaron a dar ese paso y cómo han sido tratadas por las personas a quienes le expresaron su realidad.
Les pregunté: ¿qué lleva a una mujer lesbiana a salir del closet?; ¿cómo te sentiste luego de haber hablado sobre tu sexualidad?; ¿te has sentido discriminada por algún familiar, compañero de trabajo o vecino, o has notado un trato diferente?
Las respuestas recabadas no pretenden ser una referencia generalizable ni tener carácter científico. Es más el resultado de una consulta informal entre mujeres que comparten una misma orientación sexual.
Varias expresaron haber salido del closet por estar cansadas de tener que mentir e inventar historias e incluso relaciones con hombres ficticios. Otras admitieron que nunca estuvieron en el closet porque siempre se sintieron atraídas por otras mujeres y lo asumieron sin mayores conflictos, además de haber encontrado apoyo en sus familiares. Otra razón que mencionó una sola de las consultadas es la necesidad de compartir con familiares y compañeros la felicidad que siente al lado del ser amado.
La mayoría expresó haberse quitado un peso de encima. Otras dicen que se sienten libres. Una comentó estar más relajada y mayor facilidad para socializar.
En cuanto a haber sido objeto de discriminación, dos chicas dijeron lo fueron en su lugar de trabajo por su apariencia “tomboy”; es decir, algo masculino. Una mujer relató que una amiga le dijo que se alejaría de ella por temor a que coqueteara con ella.
Naturalmente, la realidad es muy distinta para cada una y las reacciones de las personas cercanas son muy variadas.
Otros aspectos a considerar
Ciertamente, para quien ha decidido salir del closet la situación cambia de manera positiva, hay una sensación de liberación personal, quitarse un peso de encima. Resulta efectivo también para encontrar pareja, ya que se elimina el elemento de la duda.
La experiencia de vida fuera del closet también tiene un lado negativo. Hay mujeres heterosexuales que ven en esa mujer lesbiana la oportunidad de explorar sus fantasías sexuales y se aventuran a vivirla sin pensar que podrían estar jugando con los sentimientos de la otra persona, quien podría sentirse utilizada o ser tratada como un objeto sexual.
Por otro lado, algunas mujeres podrían optar por alejarse de la lesbiana por temor. Temor a poner en duda su sexualidad, temor a ser vista como lesbiana o por mantener una amistad con una mujer lesbiana.
Para la mujer lesbiana en esa situación podría ser agotador desde el punto de vista emocional tener que aclarar o explicar constantemente que sus intenciones hacia las compañeras de trabajo al invitarlas a tomar café, almorzar o salir al cine no necesariamente significa que hay una intención afectivo-sentimental.
En situaciones de salud, las mujeres lesbianas también pueden ser víctimas de discriminación por parte de ginecólogos, psicólogos o cualquier otro profesional no sensibilizado o aún con la creencia de que la homosexualidad es un trastorno mental.
Escrito para  Alternos.la  

jueves, 30 de noviembre de 2017

No estaba perdida ni de parranda


Estimadas todas y todos quienes me leen, no he abandonado mi blog, es solo que desde abril de este año 2017 he estado escribiendo para dos portales: Amnistía Internacional Venezuela  y  Alternos.La

Les comparto las publicaciones en ambos portales para que las lean si lo desean. Pronto seguiré por estos lados. 

Abril

Día internacional del beso (publicado en Oximity/portal cerrado)




jueves, 9 de noviembre de 2017

La Universidad ante las nuevas identidades de género y tipos de familias

Clase abierta La Universidad ante las nuevas identidades de género y tipos de familias

En el marco de la XXX semana de estudios generales de la Universidad Simón Bolívar estaré dictando una clase abierta el día 13 de noviembre de 2017 en la Sala Horowitz de la biblioteca. 

En el primer día de la XXX Semana de Estudios Generales, el Decanato y la Coordinación de Ciclo Profesional conjuntamente con el Departamento de Idiomas, presentarán la Clase abierta La Universidad ante las nuevas identidades de género y tipos de familias.

La clase abierta será el lunes 13 de noviembre a las 11:30 de la mañana en la Sala Horowitz  de la Biblioteca, y tendrá como expositora a la profesora Quiteria Franco, Magister en Lingüística Aplicada y activista de derechos humanos.

Franco explicará de qué van los estudios de género desde la perspectiva lingüística y de los derechos humanos y hará algunas recomendaciones sobre lo que considera debe ser la postura de la Universidad Simón Bolívar, como institución y comunidad universitaria.  

Según Franco, “los estudios de género son un campo académico multidisciplinario que aborda diversos temas,  tales como la sexualidad, el género y la política y los asuntos de las personas LGBTI, desde visiones tan distintas como la antropología, la sociología, la literatura y el lenguaje; desde la lingüística e inclusive con un enfoque de derechos humanos.  Ante las nuevas realidades sociales y los avances legislativos en el mundo en torno a las nuevas identidades de género y los modelos de familia legalmente reconocidos, nos planteamos la pregunta sobre cuál debe ser la posición de las Universidades Nacionales, tanto públicas como privadas, en relación a estos temas.” 

Les comparto el resto de la programación  


Recital de poesía norteamericana


Les cuento que el pasado 19 de octubre participé en un recital de poesía norteamericano en la Universidad Simón Bolívar.

La actividad fue organizada por la Dirección de Cultura como parte de la exposición fotográfica Visionario americano: La vida y los tiempos de John F. Kennedy.

Acá les dejo el video de la actividad. Mi presentación inicia en el minuto 32 







viernes, 11 de agosto de 2017

Derechos humanos vulnerados por negación de la identidad a personas trans


Los derechos humanos se entienden como todos aquellos derechos inherentes al ser humano sin distinción alguna por su nacionalidad, sexo o género,  origen étnico, edad,  color de piel, religión o cualquier otra condición. Estos derechos están interrelacionados, son interdependientes e indivisibles. Es decir,  que cuando se afecta, niega o vulnera uno de ellos, todos los demás se ven afectados.
El Estado venezolano está en la obligación de promover, proteger y  garantizar los derechos humanos de toda su población. No obstante, la realidad es que en el caso de las personas trans el Estado venezolano ha sido negligente en cuanto al reconocimiento de un derecho básico como es el derecho a la identidad. La falta de reconocimiento de este derecho ha derivado en la violación de muchos otros derechos como el derecho a la educación, al empleo, a la salud y a la alimentación.
Como parte de la campaña #StopTransfobia de Amnistía Internacional Venezuela se ha publicado un material audiovisual en el que tres mujeres trans  y tres hombres trans comparten sus testimonios sobre cómo les afecta en su vida diaria el no contar con un documento de identidad, (en Venezuela es la cédula de identidad y el pasaporte) acorde a su identidad que incluye el nombre y el género.
El primer testimonio que se presenta es el de Chrismar Landáez, de 39 años, quien nos relata  un testimonio de lo ocurrido en un consultorio médico. El trato cordial recibido al ser atendida cambia bruscamente luego de mostrar su cédula. En muchas ocasiones las personas trans se sienten tan vulneradas y expuestas que optan por no regresar a la consulta.  No acudir a las citas médicas trae como consecuencias enfermedades no tratadas, tratamientos abandonados,  y la aparición de infecciones de transmisión sexual que encuentran en las personas trans un vehículo sin freno para su propagación en mayor proporción que en el resto de las personas.  Vemos entonces como la negación de un documento de identidad afecta el derecho a la salud.
Luego escuchamos a Sam Marín, un hombre trans de 41 años quien comparte cómo su vida cambió drásticamente luego de haber hecho su transición de mujer a hombre. Sam es un hombre con un pasado exitoso profesionalmente con un título universitario en publicidad y mercadeo pero hoy en día vive y padece la negación del derecho al trabajo debido a la falta de un documento de identidad (cédula). Los empleadores se impresionan al ver su trayectoria laboral pero le niegan el empleo alegando no saber cómo lidiar administrativamente con la incongruencia entre su nueva identidad de género y su identidad legal. Su realidad afecta también a quienes dependen de él económicamente ya que es jefe de hogar y padre de una joven de 17 años.
En tercer lugar escuchamos a Francis Mora quien comparte su experiencia en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, la institución responsable de emitir el documento de identidad, mejor conocido como el SAIME. Donde se evidencia la falta de un protocolo de atención a las personas trans, lo cual vulnera su derecho a un trato digno y respetuoso y naturalmente la violación al derecho a la identidad por parte del ente encargado y responsable de su garantía.
Posteriormente, vemos a Sebastián Abreu quien asegura ser víctima de transfobia, es decir, de rechazo y discriminación por razón de su identidad y expresión de género.  Es muy común en Venezuela que durante los viajes por carretera se detenga a las unidades de transporte público para su inspección y se les pida a los hombres descender. Esto le sucedió a Sebastián en un viaje de desde Maracaibo a Caracas, la capital del país. Su derecho al libre tránsito y al disfrute y esparcimiento se ve afectado por la incómoda situación de tener que presentar una cedula de identidad que no refleja su verdadera identidad.
Christina Yélamo nos contó cómo se vio forzada a abandonar sus estudios universitarios ante la negativa de sus profesores a permitirle firmar la lista de asistencia con el nombre y el género con el que ella se identifica.  Su derecho a la educación se ve afectado por no contar con un documento de identidad acorde a su género.
Finalmente, Alejandro Hidalgo nos relata cómo su derecho a la alimentación se ve afectado desde que en los locales comerciales y de expendio de alimentos se solicita el documento de identidad para adquirir desde una goma de mascar hasta un kilo de pollo. La situación de exposición y vulneración ante una multitud es algo que violenta su dignidad.
Las personas trans no deberían ser sometidas a todas estas situaciones que las llevan a un estado de indefensión legal, y recibir tratos crueles y denigrantes. Venezuela debe permitir el cambio de nombre y género de las personas en todos sus documentos de identidad y así cumplir  con su deber de protección y garantía de los derechos humanos a todos sus ciudadanos sin discriminación alguna sin someterles a tratos y requisitos patologizantes, sino apegados a los estándares internacionales establecidos por la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El video de Amnistía Internacional es particularmente educativo y emotivo,  en el que además se aclaran conceptos como el género y sexo, hombre y mujer trans, transfobia, identidad de género y el derecho a la identidad. Los invito no solo a verlo sino a compartirlo con el propósito de que llegue a quienes tienen la responsabilidad de emprender los cambios legales e institucionales para que los derechos de las personas trans no sigan siendo violados como consecuencia de la falta de una cédula acorde a su identidad y expresión de género.
También puedes sumarte a la campaña firmando para exigir al Registro Civil garantizar de inmediato el cambio de nombre a las personas trans que así lo soliciten sin mayores requisitos que los establecidos en la ley en el siguiente enlace: https://amnistiaonline.org/StopTransfobia/ 

Publicado originalmente en Amnistía Internacional


jueves, 6 de julio de 2017

Un día en una agencia bancaria



Hoy en unan agencia bancaria, escuché a un señor hablar sobre los homosexuales en un tono de voz muy elevado, en compañía de cuatro personas, eran cuatro hombres y una mujer.

El señor y sus acompañantes estaban en la cola de las personas de la tercera edad (viejos), él era alto delgado, negro y canoso, es decir, tenía todos las características para ser discriminado por diferentes razones. 

Habló sobré cómo responder a niños que preguntan porque se besan dos hombre y dos mujeres. Dijo que se debía decirles que no sabía y luego les explicaría pero en ningún momento responder para inculcarles odio.   Esto fue lo único que le escuché decir con sentido común. 

Continuó hablando y decía que desde que a los homosexuales les dijeron que podían salir del closet ahora uno se los encuentra en todas partes haciendo sus vainas en público. 

Qué él de pequeño le tiraba piedras a los niños que veía como raros y que ahora de adulto no lo iba a aceptar (claro hay que ser coherente)

Habló sobre un compañero de trabajo homosexual  serio y por eso era su pana, hasta que lo encontraron con otro hombre y se arruinó la vida. Qué su compañero jamás lo trato con mariqueras, y le hablaba como hombre, con voz gruesa y todo, lo que acompañó con la imitación en la voz.  
(lo que molesta es que muestren que son gays) 

La única mujer del grupo le decía, la homosexualidad es normal, él dice que eso no es normal y no se puede aceptar como tal. Lo comparó con decir que las muertes (asesinatos) son normal.  Decía no podemos aceptar eso como normal.  (comparación con delito, típico)


Mencionó que su esposa tiene un amigo gay, hace días llegó a su casa y él lo saludo “hola, gordo”. Entonces le prohibió a su esposa invitarlo a su casa, que no lo quería volver a ver en su casa. (además es machista). Luego explicó que es porque esa vaina se pega y hay que mantener a esa gente muy lejos.  (masculinidad débil)


Para continuar aseguró que Dios dijo que eso era pecado y que por esa razón destruyó a Sodoma y Gomorra  (Falso) Sodoma y Gomorra fueron destruidas por la falta de hospitalidad de los lugareños para con los visitantes. 

Mientras él gritaba eso en la agencia lo escuchaban alrededor de 50 personas, quizás.  Yo esperaba a que me atendieran y seguía escuchando.

Luego de ser atendida, me detuve ante el grupo de cinco personas, les dije "hola, Buenas tardes, Sr usted tiene un tono de voz muy alto y no pude evitar escuchar su conversación y quiero hacerle una pregunta".

¿les ha sucedido que cuando tratan de abordar un transporte público el chofer los evita y no se detiene? Los evitan por ser 3era edad. 

Ante mi pregunta respondieron todos, "si claro. Si me ha sucedido" afirmó el señor. , y ¿cómo se siente? pregunté.  El Señor respondió, muy mal, triste. Discriminado dije, si respondió.

Cuando usted rechaza a una persona homosexual, usted está haciendo lo mismo que el chofer de autobús hace con usted. Está discriminando. Lo que usted ha hecho con el amigo homosexual de su vecina es exactamente lo mismo que a usted le sucede con el chofer. 

El señor quiso interrumpirme y no dejarme hablar. Le dije, un momento, permítame continuar porque yo le escuché a usted todo lo que dijo y quiero responderle. Otro de los hombres presente le dijo: ecuchala, dejala continuar.  

Entonces, continué y dije "le aclaro además que la homosexualidad no se pega como usted dice, ni se aprende tampoco. Eso que dice no es más que ignorancia de su parte. La homosexualidad es tan normal como la heterosexualidad."


Le comento, "me imagino que debido a su color de piel también ha sido víctima de discriminación". A lo que dice sí, claro que sí. 
    
"Entonces si usted es víctima de discriminación por su edad y por su color de piel  no debería ir por ahí discriminando a los homosexuales. Los homosexuales a usted no le han hecho nada, y no le están quitando el aire que respira."

Respondió que por ser discriminado por su color de piel no iba poner la otra mejilla y aceptar los homosexuales.

Entonces entendí que la conversación debía terminar. Alguien que discrimina a otro por venganza no merece más que mi lástima.    

La parte agradable fue haber recibido el apoyo de los presentes, que sirven de ayuda para pensar que vamos bien. 

Adicionalmente, hubo unos reclamos directos al señor por su actitud. Yo me despedí y mientras caminaba hacia la salida escuchaba que seguían discutiendo. 

Para mí ser activista es un asunto de todos los días. El día contra la homofobia es todos los días, el día del orgullo gay es todos los días.  
          


sábado, 17 de junio de 2017

Vivir en un mundo de fantasía


Hace poco atendía la invitación de unas personas conocidas a compartir en una reunión social.  Había varias parejas de mujeres y hombres, en medio de la conversación una de estas parejas, muy emocionadas y con una sonrisa en el rostro dicen: “¡sabes, nosotras estamos casadas!”, y para hacer énfasis lo repitió así, “casadas, casadas”. 

Ante mi expresión de asombro, imagino, una de ellas sintió la necesidad de explicar y dice: “si, en una viaje de vacaciones, llegamos a una iglesia, vestidas para la ocasión, luego de haber logrado el contacto con el sacerdote; y él procedió a casarnos”. 

Entonces comenté: “ah, entiendo, ustedes tuvieron una ceremonia de bendición de pareja”. Una de ellas, respondió: no, nosotras estamos casadas, casadas, por la ley de Dios, esa es la que importa”. Seguidamente, le aclaré, “perdóname pero en Venezuela lo único que tiene valor legal es la ceremonia de matrimonio civil ante una autoridad civil. La ceremonia religiosa es solo simbólica, opcional y no tiene carácter legal.”  Y ahí culminó la conversación sobre el asunto.   

Matrimonios realizados en el extranjero

El artículo 104 y 115 de la Ley Orgánica del Registro Civil  establecen los requisitos para el registro de los matrimonios de venezolanos realizados en el extranjero. Estos no mencionan que los contrayentes deben ser de diferente sexo. No obstante, ninguno de los matrimonios entre parejas del mismo sexo realizados en el extranjero ha podido ser inscrito en Venezuela. Solo conocemos de dos casos que han intentado una acción legal para exigir tal reconocimiento (Jesús Ravelo y Oliver Schneider, Giniveth Soto y Migdely Miranda); ambos fueron rechazados.   

Familias homoparentales

Aunque no contamos con cifras oficiales porque éstas han sido ocultadas, las organizaciones no gubernamentales tenemos información sobre las familias homoparentales en Venezuela.
El más reciente censo de población y hogares en Venezuela se realizó en 2011. Para 2012, las cifras preliminares mencionaron la existencia de al menos 6000 parejas conformadas por personas del mismo sexo.  Nosotros estimamos que esta cifra podría ser mayor. Adicionalmente, conocemos al menos 1500 parejas, tan solo en Caracas, que han optado por procesos de inseminación artificial para concebir sus tan deseados hijos. Niños que están viniendo al mundo en condiciones de desigualdad. Sus madres o padres están inscribiendo estos niños como hijos con un solo padre o una sola madre ante la imposibilidad de inscripción con ambas madres o padres del mismo sexo.  

 ¿Dónde están?

Entonces me he preguntado mucho, donde están las personas  que conforman estas estadísticas que manejamos. ¿Por qué no están exigiendo sus derechos? Unión Afirmativa ha hecho varios llamados a parejas para emprender acciones legales y durante años no hemos logrado conseguir parejas que quieran emprender una batalla legal que culmine con el reconocimiento de parejas del mismo sexo en Venezuela; tal como ha sucedido en otros países vecinos.

La respuesta, a mi entender, es la que he escogido para titular este texto: están viviendo en un mundo de fantasías, acompañados de un estado de negación de la realidad. Sin querer ver y analizar las consecuencias de tal situación. Quizás también son presas del modelo hetero-normado de las relaciones de parejas.   Quizás ese mundo en el que se refugian  las parejas del mismo sexo en Venezuela les hace pensar que si no son visibles y esconden su relación entre cuatro paredes estarán a salvo de la discriminación o de las situaciones incomodas a las que nos enfrentamos quienes decidimos ser visibles.

Lo lamentable es que la manera en que la realidad les hace salir de ese mundo de fantasía siempre sucede en momentos de muchas dificultades con terribles consecuencias tal como les sucedió a Giniveth Soto y a Migdely Miranda, luego de la trágica muerte de Giniveth a manos del hampa y que dejó a Migdely y a su hijo en un limbo legal.  Afortunadamente, la situación de Migdely Miranda y su hijo, ha ido mejorando cuando a finales de 2016 el Tribunal Supremo de Justicia  venezolano ordenó al Consejo Nacional Electoral venezolano reconocer a ambas mujeres como legitimas madres del niño concebido a través de inseminación artificial.  No obstante, el matrimonio de ambas no ha sido reconocido y hoy en día Migdely no es considerada heredera de su legítima esposa.  

La realidad puede ser muy dura

Situaciones de total de protección legal de parejas del mismo sexo y género se repiten, en situaciones de enfermedad, de inscripción ante el seguro de una de los miembros de la pareja, en solicitud de préstamos bancarios, en inscripción de hijos en escuelas, asistencia a reuniones de padres y representantes, en compra de boletos de avión para parejas, en situaciones de traslados laborales al extranjero, entre muchas otras situaciones beneficiosas que derivan del matrimonio o unión de hecho.
Son muchas las parejas conformadas por hombres o por mujeres que conozco y sé  viven en su mundo de fantasía,  parejas inclusive conformadas por mujeres y hombres reconocidos, que ejercen cargos públicos, en universidades, en ministerios, en alcaldías, en medios de comunicación, escritores, funcionarios policiales , abogados, profesores universitarios; en fin… Todos,  al parecer, no parecen estar conscientes de la importancia de la visibilidad y, al mismo tiempo, de las desventajas de la invisibilidad.

Pretender que la ausencia de reconocimiento de sus derechos no les afecta por tener una situación económica estable o cómoda, o porque sus conocidos y amigos saben de su realidad, se equivocan. Hay muchos más beneficios en ser auténticos, a aquellos que puede haber en pretender vivir entre cuatro paredes, a escondidas, en la oscuridad. Esta actitud refuerza la idea de que ser homosexual es algo que debe esconderse y mantenerse en la clandestinidad. 

No me atrevo a asegurarlo pero de alguna manera creo que el desprecio que expresan con frases como “yo no soy lesbiana pues yo solo amo a mi pareja”, yo no soy gay porque me acuesto con hombres por deseo sexual”, “yo no voy a marchas porque no me gusta la gente que va a exhibirse”, “no me gustan los maricos amanerados” entre muchas otras frases que he escuchado; o quizás evitas que te vean en público con alguien abiertamente homosexual; actitudes que he observado demasiadas veces, solo revelan la vergüenza individual que sienten por saberse homosexuales.  Eso, en esencia no es otra cosa que rechazo a los homosexuales y si eres homosexual y rechazas a los homosexuales, estás  demostrando sufrir de homofobia internalizada.  

No le pediría a nadie nunca salir del closet, pues esta acción es una decisión personal, pero si los invito a reflexionar sobre su realidad. 

Ya hay muchos venezolanos famosos que han decido salir del closet y ser visibles, aunque esa visibilidad no esté acompañada de una intención de convertirse en activistas por sus derechos contribuye a desmotar mitos sobre la homosexualidad y las relaciones entre parejas del mismo sexo.


La vida pública de estas personas no ha cambiado, no han perdido su empleo, no han perdido a su familia, al contrario, expresan que su vida personal ha cambiado para mejor luego de ser sinceros consigo mismo.   Esto tiene mucho años sucediendo, no se ha acabado el mundo, los únicos cambios que hemos visto es hacia sociedades más inclusivas y más prosperas.   

domingo, 4 de junio de 2017

Hay demasiados problemas como para ocuparse de esas cosas…

6 de mayo. imagen tomada de las redes sociales. 

Hay demasiados problemas como para ocuparse de esas cosas...

Frase muy común, cuando se habla desde una posición egoísta y egocentrista.

Todos aseguran que estamos en dictadura, otros que estamos en guerra, que no estamos en un país normal, que estamos en medio de una masacre por parte del estado contra quienes piensan diferente. No discuto ni dudo ninguna de las afirmaciones anteriores. Por el contrario, estoy totalmente de acuerdo.

La situación de conflicto entre la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia, derivado del conflicto político nacional y la ausencia de separación de poderes y un verdadero estado de derecho nos tiene el país detenido; eso sin mencionar la parálisis económica, la situación de salud, y una larga lista de problemas muy reales y otros tantos de mucha gravedad. 

No obstante, hasta en las peores circunstancias la vida sigue, la gente no se pude parar por razones individuales, porque hay que seguir buscando trabajo, dinero y comida para comer. Seguir estudiando y formándose para un mejor futuro, la gente sigue casándose, las obras de teatro se siguen presentando, las películas de cine se siguen estrenando y así, todo continúa de alguna u otra manera.   

Amnistía Internacional ha iniciado una campaña de recolección de firmas que serán llevadas al Consejo Nacional Electoral, por este el ente responsable del Registro Civil y Electoral, mientras que el Saime es el ente ejecutor de los procesos de identidad.

El pasado jueves 1 de junio acompañé una jornada de recolección de firmas durante la inauguración de la obra de teatro aéreo “ Mariconerias mias” de Digo López, que por cierto recomiendo ampliamente. 

Varias personas se negaron a firmar y además borraron sus firmas de la planilla argumentando sentir  molestia de que una organización como Amnistía Internacional se esté ocupando de ese asunto habiendo tantos problemas en Venezuela.

Otros expresaron molestia porque la planilla  está dirigida a la rectora Sandra Oblitas. Y otros en su paranoia y rechazo a este gobierno se molestaron porque una de las imágenes es la de un hombre vestido con una camisa roja y tiene el brazo izquierdo levantado. Imagínense ustedes el nivel de intolerancia al que hemos llegado que hasta en algo tan inocente ven engaño y sospechan de todo.   
          
Ahora bien, así veo yo las cosas y reflexiono al respecto. Amnistía Internacional se ocupa de muchos asuntos en Venezuela y en el mundo, basta con visitar su página web y verán los diferentes pronunciamientos, llamados de emergencia, declaraciones de prisioneros de conciencia, publicación de informes con diferentes temas, tiene campañas contra el acoso escolar, contra la tortura, contra las detenciones arbitrarias, contra la violencia hacia las mujeres, contra la discriminación y solo una a favor de las personas trans.  De manera que el argumento se cae facilito. Amnistía Internacional se ocupa de muchos temas al mismo tiempo.  
   
El asunto sobre Sandra Oblitas: independientemente de lo que personalmente pensemos de Sandra Oblitas, de su preferencia política,  es ella quien está al frente de la institución a donde debemos dirigir nuestras acciones a favor de los derechos humanos. Las organizaciones de Derechos Humanos siempre estaremos en el lado opuesto de los gobiernos cuando hay violaciones de derechos humanos pero es con ellos con quienes debemos lidiar para que esas violaciones cesen y no sigan ocurriendo. 
Una vez más,  creo que debemos hacer un trabajo individual sobre nuestras emociones ya prender a manejarlas. Veo con mucha preocupación ese rechazo a todo lo que tenga que ver con el gobierno y sus instituciones que nos ha llevado a desconfiar de todo y de todos.  No podemos ir por la vida actuando de manera visceral.

Repito lo que mencioné antes en otro escrito, no podemos seguir en las calles quejándonos y reclamando al gobierno los 18 años de discriminación política, por pensar diferente, por no estar de acuerdo en la manera cómo se ha llevado la nación y por otro lado seguir discriminando a las personas lesbianas, gays y bisexuales por su orientación sexual y a las personas trans por su identidad y expresión de género.

No podemos seguir en las calles exigiendo respeto y defendiendo nuestros derechos humanos y seguir negándolos a las personas LGBTI.

No podemos comenzar a hablar de crímenes de odio por razones políticas y seguir sin reconocer legalmente los crímenes de odio contra personas LGBTI por razón de orientación sexual, identidad y expresión de género. 

Una nueva República deberá incluirnos a todos, independientemente de nuestra preferencia política, orientación sexual, identidad y expresión de género. 



Así como la chica en vestido de novia que pasó por la marcha antes de ir a la iglesia; la gente, a pesar de la situación, sigue su vida. La gente se sigue casando, niños siguen naciendo, las personas trans siguen siendo asesinadas y su situación, además de padecer los mismos problemas de todas las personas en el país se ve agravada por no tener una cédula de identidad que se ajuste a su apariencia física y a su identidad d género auto-percibida.  Su situación de salud se ve igualmente afectada por la falta de las hormonas que deben tomar como parte de su tratamiento de transición.

Las parejas del mismo sexo, las familias homoparentales, queremos casarnos, queremos poder darle a nuestras familias la protección legal que se merecen y que solo el matrimonio y las uniones de hecho otorgan.

Apoyar su solicitud de cambio de nombre no te quitará tiempo, no te impedirá seguir luchando por el país.  Demostremos que queremos una nación libre de todo tipo de discriminación, que nadie más se quede por fuera de esta nueva sociedad que tratamos de construir, con una real y verdadera inclusión social.   
             
Fuente consultada: 

¡Conmovedor! Mujer vestida de novia se sumó a la marcha antes de ir a la iglesia http://elcooperante.com/conmovedor-se-sumo-a-la-marcha-de-mujeres-vestida-de-novia-antes-de-ir-a-la-iglesia-foto/