miércoles, 20 de junio de 2018

Rector de la USB niega derecho de palabra a la Prof. Quiteria Franco



Al igual que al Profesor Jesús Ravelo hace ya 10 años, el Profesor Enrique Planchard me negó el derecho de palabra ante el Consejo Directivo (CD) solicitado en dos ocasiones. En su lugar fui convocada a una reunión en su despacho el día miércoles 20 de junio.    
La reunión comenzó puntual a las 11 de la mañana del día de hoy en la oficina del rector.

Ratifico mi solicitud de derecho de palabra ante el Consejo Directivo de la USB
Mi intención era  ratificar mi solicitud de derecho de la palabra ante el Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar, la cual solicité en noviembre de 2017 e hice nuevamente en el presente mes. Esta solicitud fue apoyada por el Profesor William Anseume, representante profesoral ante el CD.
Le expliqué que el propósito era  presentar una propuesta ante el CD con el fin de prevenir los actos de discriminación por orientación sexual en la USB, tomando como ejemplo lo sucedido en mi caso. Adicionalmente, solicitar se permita a los profesores, empleados y trabajadores la inclusión de su pareja o conyugue del mismo sexo en el  seguro social,  o plan de salud, tal como lo hacen las parejas de distinto sexo.
Luego de mencionar el primer punto, me dice que el CD había decidido negar mi derecho de palabra por no haber agotado los canales regulares. Primera información falsa (mentira) el CD no otorga derechos de palabra, esa es una facultad que otorga únicamente el rector de la USB, es decir, el presidente del CD. Segunda mentira, se cumplieron todos los pasos regulares. Mi caso fue planteado primeramente a la jefa de departamento de idiomas, luego a la jefa de división de ciencias y humanidades, a la asociación de profesores, al secretario y al vicerrector académico y nunca recibí respuesta.

Mi primera propuesta
Le menciono que en las comunicaciones que le he enviado, está la propuesta concreta de sustituir el texto que acompaña a los avisos de convocatoria a concursos para profesores, el cual es discriminatorio y fue el que se utilizó para descalificarme como concursante.  Que cito a continuación: “se espera que el personal contratado forme parte de la generación de relevo”   Más recientemente se agregó: “no tener más de 15 años de trabajo en la administración pública”. Sustituirlo por:   IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE EMPLEO: la Universidad Simón Bolívar ofrece igualdad de oportunidades, trato justo y equitativo en el empleo a todas las personas sin distinción de raza, color, religión, sexo, nacionalidad, edad, discapacidad, afiliación política, estado civil,  orientación sexual, identidad y expresión de género.  

Rector niega discriminación por orientación sexual pero admite discriminación por edad. Y confiesa la aplicación de discriminación por razón de género.  
A eso me respondió, que según la información que el maneja mi caso no hubo discriminación por mi orientación sexual si no por mi edad, como que si eso lo hiciera menos grave. Pero claro, muy pocas personas admiten ser homofobas, y siempre negarán que su actuación esté motivada por sus prejuicios o por su homofobia.  Pero que además porque yo ya tenía 15 años de servicio en la USB.  
Seguidamente, le recordé que le envié varias comunicaciones a su correo y jamás recibí respuesta. Qué si al menos las leyó debe saber que mi caso está más que documentado y comprobado como un caso de discriminación, que a mi parecer, está motivado por mi orientación sexual, que además proviene de una persona de religión evangélica.  
Adicionalmente, le expresé que era absurdo que a mí,  se me castigara por tener 15 años en la USB y además por mi edad, en lugar de premiarme por mis años de servicio en la misma universidad.  Esto luego de su explicación sobre cómo ya ha sucedido con personas que ganan concursos y luego de cinco años se jubilan.  Pero yo no venía de otra universidad, todo ese tiempo se lo había dedicado a la USB.
Pero además este argumento, tampoco es válido en mi caso, ni para el departamento en el que laboro, pues ya en el año 2007 en el segundo concurso en el que participé se había declarado ganadora a una personas mucho mayor que yo en edad y con 22 años de servicio como docente en la UCV. Y ese argumento no se utilizó en ese entonces. Lo que hace presumir que es una decisión subjetiva. De allí que su amplitud y ligereza permita la discriminación por cualquier razón.      

Se buscan mecanismos que impidan la renuncia masiva de profesores
En medio de la conversación, el rector me comenta los negativo que resulta para la universidad contratar a personas con las características antes mencionadas; pero además menciona el caso de las mujeres, que se casan y salen embarazadas y hay que cubrirles todos los gastos de maternidad, entre otras cosas. Más machismo. Porque no es suficiente discriminar por edad, se discrimina también por género.  
Continúa el rector y comenta que están buscando la manera de ofrecer otros beneficios económicos y/o sociales para tratar de retener al personal docente. Entonces la comento sobre mi segunda propuesta.   

Mi segunda propuesta
Esta segunda propuesta consiste que se permita a los profesores con parejas del mismo sexo  incluir a su pareja en el seguro médico. Eso hace que el profesor se sienta respetado no solo como profesional sino como un ser humano integral.  
Me comenta entonces que él, a partir de mi comunicación, hizo la consulta sobre “ese asunto” en la consultoría jurídica, que debe presentarse un documento que acredita que existe tal relación, como matrimonio,  concubinato o relación de hecho. Según relató, los abogados le dijeron que eso no es posible, porque esas relaciones en Venezuela no son reconocidas legalmente; y que, además, tienen que ser relaciones algo sólidas y duraderas (prejuicio/homofobia).

Ante este comentario, le digo, que es cierto, debe haber un documento que demuestre la relación de pareja. Pero que eso de que debe ser una relación estable y duradera es absurdo porque eso nadie lo sabe, que a las parejas heterosexuales nadie les exige ese requisito, que además es absurdo, porque nadie sabe si una pareja es para toda la vida o no. Que las parejas heterosexuales también se divorcian.     

Le recuerdo entonces el caso del profesor Jesús Ravelo, quien se casó en Holanda y regresó con su certificado de matrimonio, solicitó la inclusión de su esposo  en el seguro y se le negó la solicitud, así como se le negó el derecho de palabra que solicitó. 
  
Para complementar la explicación le digo, esa es una medida administrativa que solo requiere de voluntad por parte de las autoridades. Está apegada al principio de igualdad y no discriminación y respaldada por la garantía de los derechos humanos; qué él debe conocer muy bien porque en el comunicado sobre los derechos laborales publicados por la USB se apelaba a estos DDHH.  
    
Agrego además a mis argumentos, que ya existen empresas en Venezuela que reconocen las parejas del mismo sexo y han incluido a sus conyugues en el seguro médico y han otorgado otros beneficios. Que la universidad puede hacer lo mismo porque su estructura y funcionamiento son similares a la de una empresa privada. Le mencioné el nombre de estas empresas, todas transnacionales. Entonces, para cerrar con broche de oro,  dice “pero fíjese que todas son empresas transnacionales  y tienen otra cultura”. Por supuesto, no podía faltar el elemento cultural.

Mi conclusión
La reunión duró 30 minutos, conversamos sobre otros temas que prefiero reservarme por considerarlos irrelevantes e impertinentes.

Estamos en presencia de una persona profundamente machista, homofoba, que se cuida mucho de no discriminar pero igual lo hace, de hecho, al incurrir en la negación de un derecho de palabra, negación de la existencia de discriminación y ninguna disposición a rectificar. Muy similar a quienes nos gobiernan. Es que en estos asuntos, todos actúan de la misma manera. Se parecen igualitos cómo diría un personaje cómico de la televisión venezolana.     
    
Puedes leer mi carta de solicitud al CD

sábado, 2 de junio de 2018

Solicitud a Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar


Desde 2010 y hasta 2012, fui la profesora asesora del grupo de diversidad de la USB. Junto a los estudiantes miembros de esa agrupación solicitamos la inclusión de dicho grupo en la Dirección de agrupaciones estudiantiles. Esa solicitud fue negada en cuatro oportunidades.  

En 2006, solicité la inclusión de mi pareja en el seguro de la USB, me lo negaron. En tres oportunidades, me negaron el ascenso a través del rechazo en el mismo número de concursos en los que participé. En cada ocasión con argumentos no académicos. 

Desde el 2013, el tercer y último concurso amañado en el que participé me dedique a la defensa de mis derechos dentro de la USB, y de los derechos de todos quienes han sido discriminados por su orientación sexual. 

El pasado mes de noviembre de 2017 solicité al Consejo Directivo de la USB, un derecho de palabra no recibí ninguna respuesta. Al igual que el gobierno nacional, el CD usa la misma política de no responder a las solicitudes. Ni siquiera un "mensaje recibido".  Por tal razón, he remitido por correo institucional la comunicación que a continuación comparto con todos ustedes.         


Universidad Simón Bolívar
Consejo Directivo
Prof. Enrique Planchart
Presidente,
Demás miembros

Me dirijo a ustedes en ocasión de solicitar de este Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar la implementación de medidas para prevenir actos de discriminación por cualquier razón en los procesos de publicación de anuncios, contratación, renovación de contratos, ascensos y otros mecanismos de empleo dentro de nuestra casa de estudios. Igualmente, solicitar la implementación de medidas que permitan el reconocimiento de derechos en igualdad de condiciones a las personas LGBT que laboran en esta institución.   
Desde hace algunos años se ha publicado una coletilla en los anuncios de llamado a concursos que ha sido utilizado para discriminar e impedir el ingreso y/o ascenso de profesores que actualmente se desempeñan en la US, que le copio a continuación: “No tener más de 15 años de servicio en la Administración Pública”. Con esta contratación se espera formar a la generación de relevo del personal académico de la USB”  Estas dos líneas son discriminatorias, demasiado amplias y se prestan para impedir el ingreso de personal calificado pero que no goza de la simpatía de algunos miembros del departamento solicitante. Esto es inaceptable.
En abril del presente año presenté ante este Consejo Directivo una carta en la que relataba el trato injusto y denigrante al que fui sometida durante años y en los tres concursos académicos en los que participé para ingresar como profesora integral en esta institución. Parte de mi labor como docente y defensora de derechos humanos es procurar la no repetición de estos actos de discriminación. Por este motivo, dirijo la presente solicitud con varias recomendaciones que pueden ser implementadas con el fin de garantizar la actuación de la USB en el marco de los derechos humanos y garantizar la igualdad de oportunidades en el empleo sin discriminación alguna.  
De igual manera, he tenido conocimiento de varias situaciones de discriminación en el campus hacia estudiantes que manifiestan abiertamente su orientación sexual no heterosexual, a través de expresiones de afecto en las áreas públicas de la USB.     
En el mes de octubre de este año, se dio a conocer un documento contentivo de  cinco normas de conducta  para las empresas de todo el mundo sobre cómo tratar a empleados, proveedores y clientes LGBTI, el colectivo formado por personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex publicado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y presentada por el propio Comisionado Zeid Ra'ad Al Hussein.

Las Cinco Normas de Conducta de las Naciones Unidas (2017)

1. Respeto a los derechos humanos
Las empresas deben desarrollar políticas, ejercer la debida diligencia y remediar los impactos adversos para garantizar que respeten los derechos humanos de las personas LGBTI. Las empresas también deben establecer mecanismos para monitorear y comunicar su cumplimiento de las normas de derechos humanos.
2. Eliminar la discriminación
Las empresas deben asegurarse de que no haya discriminación en su contratación, empleo, condiciones laborales, beneficios, respeto a la privacidad o tratamiento del acoso.
3. Dar apoyo
Las empresas deben proporcionar un ambiente positivo y afirmativo para que los empleados LGBTI puedan trabajar con dignidad y sin estigma.
4. Prevenir otras violaciones de DDHH
Las empresas no deben discriminar a los proveedores, distribuidores o clientes LGBTI, y deben usar su influencia para evitar la discriminación y los abusos relacionados.
5. Actuar en la esfera pública
Se alienta a las empresas a contribuir a detener los abusos contra los derechos humanos en los países en los que operan. Al hacerlo, deberían consultar con las comunidades locales para identificar los pasos que podrían tomar, incluida la defensa pública, la acción colectiva, el diálogo social, el apoyo a las organizaciones LGBTI y desafiar las acciones abusivas del gobierno.

Si bien la Universidad Simón Bolívar no es una empresa privada, en su actuar y proceder obedece a un conjunto de normas que le permiten ser autónoma en muchos sentidos. De tal manera que puede elaborar sus propias políticas y normas en cuanto a contrataciones y beneficios laborales a sus profesores, empleados y obreros en tal sentido elaboramos las siguientes sugerencias: 

Publicar en los anuncios de solicitud de personal el siguiente texto:

IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE EMPLEO: la Universidad Simón Bolívar ofrece igualdad de oportunidades, trato justo y equitativo en el empleo a todas las personas sin distinción de raza, color, religión, sexo, nacionalidad, edad, discapacidad, afiliación política, estado civil,  orientación sexual, identidad y expresión de género. 

Permitir a las y los profesores cuyos conyugues sean del mismo sexo la inclusión de su pareja en el plan de salud.  Así como permitir a parejas del mismo sexo/género el disfrute de iguales derechos que las parejas de diferente sexo/género.

Garantizar un contexto libre de discriminación en el campus universitario. Para tal fin, se recomienda implementar un plan de información y sensibilización a vigilantes, obreros,  empleados y profesores de la USB.

Se recomienda la creación de al menos una Cátedra de Derechos Humanos en el plan de Estudios Generales. Y de ser posible, un Diplomado en Derechos Humanos certificado por la Universidad Simón Bolívar.  

Atentamente,

Quiteria Franco
Profesora del Departamento de Idiomas.
Defensora de Derechos Humanos
Integrante del Grupo Asesor de la Sociedad Civil en la Organización de Naciones Unidas para las Mujeres. ONU-Mujeres.  

En octubre de 2012, escribí este texto sobre el mismo tema  Homofobia institucional en la USB
En octubre de 2013, escribí la segunda parte sobre el mismo tema Homofobia institucional en la USB II  

El pasado mes de mayo la Universidad de los Andes nos sorprendió con una excelente noticia. 

Muestra de cuando se respetan los derechos humanos  son todos los DDHH no algunos si y otros no.  


Es vergonzosa la actitud de las autoridades de la USB al ignorar una realidad tan presente en el mismo seno de su CD. 

Los gremios de profesores (APUSB), empleados y obreros deberían actuar para exigir este beneficio para sus agremiados.