Desde 2010 y hasta 2012, fui la profesora asesora del grupo de diversidad de la USB. Junto a los estudiantes miembros de esa agrupación solicitamos la inclusión de dicho grupo en la Dirección de agrupaciones estudiantiles. Esa solicitud fue negada en cuatro oportunidades.
En 2006, solicité la inclusión de mi pareja en el seguro de la USB, me lo negaron. En tres oportunidades, me negaron el ascenso a través del rechazo en el mismo número de concursos en los que participé. En cada ocasión con argumentos no académicos.
Desde el 2013, el tercer y último concurso amañado en el que participé me dedique a la defensa de mis derechos dentro de la USB, y de los derechos de todos quienes han sido discriminados por su orientación sexual.
El pasado mes de noviembre de 2017 solicité al Consejo Directivo de la USB, un derecho de palabra no recibí ninguna respuesta. Al igual que el gobierno nacional, el CD usa la misma política de no responder a las solicitudes. Ni siquiera un "mensaje recibido". Por tal razón, he remitido por correo institucional la comunicación que a continuación comparto con todos ustedes.
Universidad Simón Bolívar
Consejo Directivo
Prof. Enrique Planchart
Presidente,
Demás miembros
Me
dirijo a ustedes en ocasión de solicitar de este Consejo Directivo de la
Universidad Simón Bolívar la implementación de medidas para prevenir actos de
discriminación por cualquier razón en los procesos de publicación de anuncios,
contratación, renovación de contratos, ascensos y otros mecanismos de empleo
dentro de nuestra casa de estudios. Igualmente, solicitar la implementación de
medidas que permitan el reconocimiento de derechos en igualdad de condiciones a
las personas LGBT que laboran en esta institución.
Desde
hace algunos años se ha publicado una coletilla en los anuncios de llamado a
concursos que ha sido utilizado para discriminar e impedir el ingreso y/o
ascenso de profesores que actualmente se desempeñan en la US, que le copio a
continuación: “No tener más de 15 años de servicio en la Administración
Pública”. Con esta contratación se espera formar a la generación de relevo del
personal académico de la USB” Estas dos
líneas son discriminatorias, demasiado amplias y se prestan para impedir el
ingreso de personal calificado pero que no goza de la simpatía de algunos
miembros del departamento solicitante. Esto es inaceptable.
En
abril del presente año presenté ante este Consejo Directivo una carta en la que
relataba el trato injusto y denigrante al que fui sometida durante años y en
los tres concursos académicos en los que participé para ingresar como profesora
integral en esta institución. Parte de mi labor como docente y defensora de
derechos humanos es procurar la no repetición de estos actos de discriminación.
Por este motivo, dirijo la presente solicitud con varias recomendaciones que
pueden ser implementadas con el fin de garantizar la actuación de la USB en el
marco de los derechos humanos y garantizar la igualdad de oportunidades en el
empleo sin discriminación alguna.
De igual
manera, he tenido conocimiento de varias situaciones de discriminación en el
campus hacia estudiantes que manifiestan abiertamente su orientación sexual no
heterosexual, a través de expresiones de afecto en las áreas públicas de la
USB.
En
el mes de octubre de este año, se dio a conocer un documento contentivo de cinco normas de conducta para las empresas de todo el mundo sobre cómo
tratar a empleados, proveedores y clientes LGBTI, el colectivo formado por personas
lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex publicado por la Oficina
del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones
Unidas y presentada por el propio Comisionado Zeid Ra'ad Al Hussein.
Las
Cinco Normas de Conducta de las Naciones Unidas (2017)
1. Respeto a los derechos humanos
Las
empresas deben desarrollar políticas, ejercer la debida diligencia y remediar
los impactos adversos para garantizar que respeten los derechos humanos de las
personas LGBTI. Las empresas también deben establecer mecanismos para
monitorear y comunicar su cumplimiento de las normas de derechos humanos.
2. Eliminar la discriminación
Las
empresas deben asegurarse de que no haya discriminación en su contratación,
empleo, condiciones laborales, beneficios, respeto a la privacidad o
tratamiento del acoso.
3. Dar apoyo
Las
empresas deben proporcionar un ambiente positivo y afirmativo para que los
empleados LGBTI puedan trabajar con dignidad y sin estigma.
4. Prevenir otras violaciones de DDHH
Las
empresas no deben discriminar a los proveedores, distribuidores o clientes
LGBTI, y deben usar su influencia para evitar la discriminación y los abusos
relacionados.
5. Actuar en la esfera pública
Se
alienta a las empresas a contribuir a detener los abusos contra los derechos
humanos en los países en los que operan. Al hacerlo, deberían consultar con las
comunidades locales para identificar los pasos que podrían tomar, incluida la
defensa pública, la acción colectiva, el diálogo social, el apoyo a las
organizaciones LGBTI y desafiar las acciones abusivas del gobierno.
Si
bien la Universidad Simón Bolívar no es una empresa privada, en su actuar y
proceder obedece a un conjunto de normas que le permiten ser autónoma en muchos
sentidos. De tal manera que puede elaborar sus propias políticas y normas en
cuanto a contrataciones y beneficios laborales a sus profesores, empleados y
obreros en tal sentido elaboramos las siguientes sugerencias:
Publicar
en los anuncios de solicitud de personal el siguiente texto:
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES DE EMPLEO: la Universidad Simón Bolívar ofrece
igualdad de oportunidades, trato justo y equitativo en el empleo a todas las
personas sin distinción de raza, color, religión, sexo, nacionalidad, edad,
discapacidad, afiliación política, estado civil, orientación sexual, identidad y expresión
de género.
Permitir
a las y los profesores cuyos conyugues sean del mismo sexo la inclusión de su
pareja en el plan de salud. Así como
permitir a parejas del mismo sexo/género el disfrute de iguales derechos que
las parejas de diferente sexo/género.
Garantizar
un contexto libre de discriminación en el campus universitario. Para tal fin,
se recomienda implementar un plan de información y sensibilización a
vigilantes, obreros, empleados y
profesores de la USB.
Se
recomienda la creación de al menos una Cátedra de Derechos Humanos en el plan
de Estudios Generales. Y de ser posible, un Diplomado en Derechos Humanos
certificado por la Universidad Simón Bolívar.
Atentamente,
Quiteria
Franco
Profesora
del Departamento de Idiomas.
Defensora de Derechos Humanos
Integrante
del Grupo Asesor de la Sociedad Civil en la Organización de Naciones Unidas
para las Mujeres. ONU-Mujeres.
El pasado mes de mayo la Universidad de los Andes nos sorprendió con una excelente noticia.
Muestra de cuando se respetan los derechos humanos son todos los DDHH no algunos si y otros no.
Es vergonzosa la actitud de las autoridades de la USB al ignorar una realidad tan presente en el mismo seno de su CD.
Los gremios de profesores (APUSB), empleados y obreros deberían actuar para exigir este beneficio para sus agremiados.
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