sábado, 3 de diciembre de 2022

Relato de una enfermedad

 


En marzo de este año 2022, mientras me encontraba de viaje en Nueva York, comencé un sangrado irregular. A diario, luego de cada micción sangraba, sentía molestias físicas, dolores leves y sensaciones desagradables constantes. Al regresar a Venezuela, en abril, inicie la tarea de buscar una nueva ginecóloga.

No dejes de ir a la consulta ginecológica

Mi ginecóloga de muchos años se había ido del país, al igual que mi endocrinóloga, mi gastroenteróloga, mi dentista, básicamente todas mis doctoras. Durante los dos años de pandemia no fui a mis consultas ginecológicas regulares, a pesar de que ya había tenido problemas con unos miomas.  Durante esos dos años, tuve casi total ausencia de la menstruación, llegué a pensar que ya estaba en la etapa de menopausia, pero tenía menstruaciones esporádicas, con mucho dolor y sangrado abundante.

Mi búsqueda de una nueva ginecóloga fue exitosa, conseguí una buena doctora e inmediatamente me fui a que me revisaran y me hicieran todos los exámenes correspondientes. El tratamiento no me funcionó y yo seguía con el sangrado. Fui de nuevo, entonces me hicieron una biopsia. El 10 de junio me dieron el diagnóstico. Tenía un adenocarcinoma en el endometrio, grado 2 que debía ser atendido con la debida urgencia. Inmediatamente me remitieron al oncólogo-ginecólogo quien me mando a hacer mas exámenes. 

Afortunadamente, el proceso lo iniciamos inmediatamente, los trámites para que el seguro cubriera todos los exámenes (rayos x, tomografías, exámenes de laboratorio, etc). Todo funciono como debía.

La importancia del diagnóstico temprano

Mientras me hacia los exámenes, se gestionaba todo lo requerido para la operación. Me fui a un curso en Panamá, luego me fui a una conferencia en Argentina. Me enferme con un resfriado, me dio una alergia/irritación de la piel en el vientre, hasta Mercurio retrogrado inició y terminó. Me pasaron miles de cosas que retrasaron la cirugía. El 10 de octubre, siete días después de cumplir 51 años de edad estaba entrando al quirófano para ser sometida a una histerectomía total, la solución a mi situación de salud.

No hay preocuparse, si hay que ocuparse

Estas fueron las palabras de mi ginecóloga luego de darme el diagnóstico, eso hicimos. Gracias a esa rápida acción, se llevo a cabo la operación. Se realizo una nueva biopsia al tumor ya extraído.  Resulto ser más pequeño de lo que se pensaba originalmente, era solo grado 1, no había afectado ningún órgano, ningún ganglio, por lo tanto, no hace falta someterme a radio terapias o quimioterapias. Tanto mi oncólogo, como el radio terapeuta, así lo decidieron, luego de un largo análisis. El diagnostico se hizo a tiempo y se actuó debidamente.

Atención

Lo que nadie cuenta es que las histerectomías son mas frecuentes de lo que nos imaginamos. La recomendación acá para las mujeres que me leen, es estar atentas a los sangrados irregulares. A los 50 años, cualquier sangrado es indicación de algo irregular en el endometrio e inmediatamente debemos ir a consulta. Eso me lo dijo el radioterapeuta.

Lo segundo es que nadie te prepara bien para la cirugía y para el post operatorio, especialmente si no preguntamos.

La preparación

Parte de la preparación para la operación consiste en una limpieza del colon, es decir, el doctor me mando a tomar un liquido que me hizo evacuar durante horas. Esto es para que no haya heces en el colon y que, en caso de algún inconveniente, no se produzca una infección interna. Esta preparación requiere además dejar de comer durante días y luego de la operación seguir sin comer durante dos días más. Esto, obviamente, es causa de acumulación de gases en el sistema digestivo. 

Los dolores

Los dolores a causa de gases son terribles, aun mas para mí, quien toda la vida ha tenido problemas digestivos.  Durante dos noches me fue imposible dormir a causa de dolores cólicos causados por los gases. La solución llego una vez que comí, pero sobre todo gracias a un té de anís estrellado que me llevaron.

El segundo dolor, obviamente es el de la herida que, en mi caso, fue una operación abierta. Es decir, nada de laparoscopia, ni aberturas modestas. Mi abertura es de un extremo a otro de mi vientre. Eso es un dolor terrible que dos meses después aun no desaparece por completo.

El tercer dolor me lo causo una sonda que tenia para poder orinar sin tener que levantarme de la cama, afortunadamente fue solo durante una noche.

El cuarto dolor era en mi garganta como consecuencia del tubo que le ponen a una para poder respirar. Es decir, al despertar de la cirugía me toco lidiar con cuatro dolores diferentes. Ni se imaginan lo horrible que fue todo esto al mismo tiempo.

El post operatorio

Hablar, toser, estornudar, orinar, defecar eran acciones terriblemente dolorosas. Levantarme de la cama era un proceso de al menos 10 minutos que solo podía hacer con ayuda de otra persona. La recuperación es larga, dolorosa y muy lenta.

Los cuidados incluyen en primer lugar no levantar peso, prohibido totalmente por un largo tiempo. Evitar cocinar para no exponer la herida a altas temperaturas. No realizar movimientos físicos muy bruscos. No se puede subir ni bajar escaleras. No se puede manejar/conducir por ninguna razón. En youtube hay videos de gente que pregunta hasta cuando se puede tener sexo de nuevo. jajaja. 

The Help

Afortunadamente, por recomendación de una amiga que durante días previos a la cirugía me insistió en que buscara a una persona cuidadora para que me ayudara, logre encontrar a una persona que estuvo en mi casa y me acompañó día y noche durante casi dos meses, con algunos espacios de descanso para ambas.

Todos me recomendaban contratar a una enfermera, otros me decían que realmente no necesitaba a una enfermera sino a una persona que estuviese a mi lado para ayudarme a levantarme de la cama, que me ayudara a ir al baño, que me ayudara a bañarme, puesto que no podía hacerlo por mi misma, que me ayudara a vestirme y que además estuviese pendiente de mi medicina, de arreglar la cama, lavarme la ropa, cocinar y ayudarme a comer. Tuve la fortuna de que me recomendaran a una señora maravillosa, que me acompañó y tuvo mucha paciencia para lidiar con mis dolores.  

Sin dramas

No sé si manejé la situación bien o no. Evité hacer un drama del asunto. Solo le conté a mis personas mas cercanas. Principalmente, porque no quería que el saludo de mis amigos o conocidos pasara de ser ¿cómo estás? a ¿cómo te sientes? No quería que el tema de mi salud se convirtiera en el único tema. No quería miradas de lastima, ni palabras de consuelo que realmente no sentía que necesitaba.

Yo no le temo a la muerte, lo único seguro que tenemos en la vida es la muerte. Se además que en algún momento de la vida nos llegara una enfermedad inevitable y moriremos, eso no me preocupa ni me perturba. No quería ver a gente saludarme y verla girar la cabeza en señal de pena o dolor o lastima.

Siete vidas, aunque no soy un gato

No es la primera vez que he experimentado episodios en los que mi vida esta en riesgo. A los 18 años tuve una pancreatitis y luego a mis 42 tuve una segunda pancreatitis, ambas ocasiones pusieron mi vida en peligro. En dos ocasiones, me han puesto un cuchillo en la garganta y he sobrevivido. Una vez me atropello un carro y casi no sobrevivo. Jamás pensé que este episodio pondría mi vida en peligro, el cáncer es tratable, si llegamos a tiempo.

Para cerrar

Ahora les cuento sobre lo que he vivido porque me siento afortunada de haber superado este asunto con rapidez, con un resultado positivo y siento que debo servir de ejemplo. Cuando escuchamos a nuestro cuerpo y prestamos atención, debemos ocuparnos y solucionar los problemas de salud. Un diagnóstico a tiempo y una acción inmediata sirvió para que hoy yo este sana de nuevo, activa en mi trabajo y con mucho ánimo para seguir haciendo lo que me gusta a pesar de las circunstancias y de todos los obstáculos a los que me enfrento.

Durante los próximos tres años tengo una cita con mi oncólogo cada cuatro meses. Ese es el único plan que tengo por ahora. Lo demás, pues tengo órdenes de mi medico de bajar de peso, bajar el estrés y disfrutar la vida, lo cual planeo hacer, no necesariamente en ese orden.

Desde noviembre ya me he ido incorporando a mis actividades de trabajo, con una nueva disposición y actitud. Dispuesta a seguir exigiendo mis derechos sabiendo que ganamos mas cuando nos escuchamos que cuando gritamos.

Thanks!

Gracias a todos los que estuvieron conmigo en estos tiempos. Gracias a mis doctores, todos los que me atendieron y actuaron prontamente.  A quienes me visitaron, los que me enviaron mensajitos para saber de mí. Los quiero mucho a todos. En la celebración del día de acción de gracias estuvieron todos en mis agradecimientos, en mis pensamientos y sobre todo en mi corazón.

Gracias a mis doctores. Gracias a mis amigos y amigas,  ustedes son la familia que la vida me ha regalado.

 Recomendaciones:

1.       Ve a tu consulta ginecológica regularmente.

2.       Escucha a tu cuerpo, a cualquier incomodidad es mejor ir inmediatamente.

3.    Asesórate y si es posible, adquiere un buen seguro médico, bueno y uno de vida que te cubra gastos funerarios.  

4.     Mantén la calma. No te preocupes, ocúpate.

5.  Antes de cada cirugía, es mejor informarse, preguntar todo al médico. Él o ella están ahí para asesorarte.

6.   Respeta el tiempo de la recuperación. Mucha paciencia que todo mejora.

7.    No tienes que contarle a nadie sobre tu salud. Tus amigos que te quieren estarán pendientes de ti, pero a veces sus preguntas pueden ser abrumadoras. Diles que no te agobien con tantas preguntas. Yo lo hice y fue lo mejor.