No es mucho pedir, no comparo mi país con ningún otro. Un país debe proveer
a sus ciudadanos de cuatro cosas fundamentales: educación, salud, empleo, y
seguridad.
Educación, la educación es la base de todo. Debemos educar para tener
mejores personas, mejores ciudadanos. Debemos enfocarnos en una educación para
aprender más allá de obtener una calificación o de pasar a un nivel superior.
Educar en valores, educar para la democracia. Educar para el respeto a los
demás. Educar para el trabajo honesto. Educar, no para comprar, adquirir u
obtener cosas sino para valorar esas cosas que tenemos aunque sean pocas y no
tan valiosas en términos monetarios. Educar para la vida. No sé trata solo de
impartir conocimiento, se trata de enseñar a ser seres pensantes, analíticos,
críticos de la realidad, personas que quieran cambiar el mundo, personas que
quieran tener un mejor mundo. Enseñar no solo a leer palabras o calcular
cifras, no, se trata de enseñar a leer con una actitud crítica, enseñar a
escribir sin limitaciones, a ser creativos, soñadores, analíticos. Enseñar a
pensar. Enseñar a crear. Enseñar a hacer nuestros sueños realidad. Enseñar a
ser compasivos, a respetar la naturaleza, a ser colaboradores a ser solidarios,
en fin, a ser mejores personas, mejores ciudadanos. Todo esto pasa por tener
más y mejores escuelas, liceos y universidades mejor dotadas y con muchos
recursos, con maestros, profesores, profesionales de la educación mejor
pagados, con oportunidades de crecimiento y formación académica de
calidad.
Salud, principalmente salud preventiva. Si somos un país saludable somos un
país productivo. La medicina basada en la prevención es la mejor salud.
Prevenir la aparición de las enfermedades, prevenir la obesidad, el embarazo
precoz en adolescentes, el consumo de drogas, el exceso de consumo de bebidas
alcohólicas, la bulimia, la anorexia, las enfermedades de transmisión sexual
por mencionar solo algunas, las más graves.
Todo se puede lograr a través de programas promovidos por el gobierno
nacional y en colaboración con los gobiernos locales. Obviamente, esto pasa por
poder contar con hospitales dotados, con profesionales capacitados, bien
pagados y con vocación de servicio, servicios que lleguen a la comunidad, se
debe acercar la salud a las zonas más remotas.
Empleo, las personas necesitan empleo de calidad, que les proporcione una
estabilidad, seguridad y oportunidades de crecimiento. Que se les reconozca su
mérito, esfuerzo y dedicación al trabajo. Una persona con un buen empleo no
tiene necesidad de incurrir en conductas deshonestas. Un buen empleo es aquel
en el que el empleado, es bien remunerado, que tenga beneficios sociales,
disponga de un seguro, de vacaciones y que se le tome en cuenta, donde la
competencia entre empleados sea sana y se desarrolle en el compañerismo. Donde
el jefe o supervisor colabore en su desarrollo y progreso profesional. No que se le pongan obstáculos y
se le limite su creatividad e iniciativas.
Seguridad, desde un sentido amplio la seguridad se refiere a la seguridad
personal, seguridad jurídica, seguridad alimentaria, seguridad nacional. Que
los ciudadanos podamos sentirnos seguros y libres para caminar de noche, para
ir a un parque, al cine, a una plaza sin temor de ser atracados. Que tengamos
alimentos en variedad, cantidad y calidad. Que podamos confiar en nuestras
autoridades y no tengamos temor de que quieran extorsionarnos, chantajearnos o
peor aún que sintamos temor de nuestras autoridades. Que las personas tengan
seguridad para invertir, que se les garantice su propiedad. Eso es seguridad.
Para esto necesitamos funcionarios honestos, bien pagados, bien formados. Que
se les respete, pero sobre todo que ellos nos respeten como ciudadanos, que
respeten nuestras diferencias, que velen por nuestra seguridad.
La Venezuela que sueño, está llena de personas que se respetan, que
disienten, que tienen opiniones diferentes pero que se respetan, y no permiten
que sus diferencias sean dominadas por las bajas pasiones. Donde podamos
conversar, discutir con argumentos razonables, sin levantar la voz, sin ofender,
sin insultar, sin discriminar.
En la Venezuela que sueño, al maestro/profesor, al médico, al policía y al
bombero se le valora y se le respeta.
Se le paga mejor que a cualquier otro profesional, se le dan
oportunidades de estudio y desarrollo.
En la Venezuela que sueño, se respetan los derechos y libertades
individuales. Los niños son niños y se
ocupan de cosas de niños. Los jóvenes son jóvenes y su única preocupación es
ser jóvenes, divertidos, irreverentes, se ocupan de sus estudios, hacen
deportes, persiguen sus sueños. Los adultos somos adultos, nos ocupamos de
trabajar, estudiar, tener una familia o desarrollarnos personal o
profesionalmente según nuestros intereses.
En la Venezuela que sueño se respetan los derechos humanos de TODOS por
igual. Se respetan las diferencias individuales. En
la Venezuela que sueño, la gente respeta las leyes, TODAS LAS LEYES. Y quienes
gobiernan hacen respetar las leyes, quien comete una infracción, un delito, un
crimen es castigado y debe cumplir su condena. Se respeta la naturaleza, la diversidad, a los animales, a los discapacitados. En la
Venezuela que sueño no hay corrupción, no hay discriminación por ninguna razón.
En la Venezuela que sueño, somos alegres, somos solidarios, somos buenos ciudadanos
pero, sobre todo, tenemos paz.