Caracas.- La cuenta va así: 36 países del
mundo han legalizado de alguna forma las relaciones entre personas del
mismo sexo. Del total, 17 ya aprobaron el matrimonio igualitario,
mientras que en 21 funcionan las llamadas “uniones civiles” o se les
reconoce a estas parejas algunos de los derechos garantizados para las
relaciones heterosexuales. Estos números demuestran que Europa es la
región con más avance en la materia, seguida por América. Y evidencian
también que, en este lado del Atlántico, Surámerica tiene la batuta.
El
14 de mayo pasado, Brasil se convirtió en el quinto país suramericano
(el sexto latinoamericano) en legalizar el casamiento entre iguales,
gracias a una sentencia del máximo tribunal de la nación. Tres días
antes, el Congreso uruguayo repitió lo que Argentina ya había logrado en
2010. En esta lista se incluye a Ecuador y Colombia, porque en ambos
países se permiten las “uniones civiles” o “uniones de hechos” entre
homosexuales.
Venezuela nada tiene que ver con estas cuentas,
pero el movimiento de Lesbianas, gais, Bisexuales y Transexuales (Lgbt)
venezolano se las está ingeniando para que el debate también se dé aquí.
El plan está basado en la discusión para la reforma del Código Civil,
que la Asamblea Nacional viene prometiendo desde hace varios meses.
Aquí, su gran oportunidad.
La propuesta
El
pasado 22 de mayo, la Red Lgbti de Venezuela, colectivo que agrupa a
varias organizaciones, pidió un derecho de palabra en la sesión
ordinaria de la Comisión de Política Interior. delante de los diputados a
los que les correspondería organizar la reforma del Código Civil, los
activistas presentaron el borrador de una propuesta que abriría el
camino al matrimonio igualitario en el país.
Serían cambios
puntuales. De acuerdo con el documento entregado por la colectivo al
diputado Elvis Amoroso, presidente de ls comisión, la reforma se
centraría en el artículo 44 del Código Civil, vigente en Venezuela desde
1982.
"No sólo estamos dispuesto a escucharlos, sino también a debatir y acompañar la propuesta del movimiento”
Michael Reyes
Diputado del Psuv
Este
artículo establece que “el matrimonio no puede contraerse sino entre un
solo hombre y una sola mujer”. Lo que propone la Red es que diga lo
siguiente: “El matrimonio es la unión formal de dos personas adultas,
mayores de 18 años, independientemente de su sexo, género, orientación
sexual o identidad y expresión de género”. Nada más.
Los demás
cambios tienen que ver en su mayoría con la sustitución en varios
artículos de los términos “marido y mujer” por el de “cónyuges”.
La
Red asegura en el proyecto que lo planteado guarda coherencia con el
Plan de la Patria, presentado el año pasado por el presidente Hugo
Chávez y asumido luego por Nicolás Maduro como guía para su gestión.
En
este programa de gobierno, se dedican tres puntos al tema de los
derechos Lgbt. En uno de ellos, Maduro se compromete a generar políticas
públicas en favor de las poblaciones vulnerables, entre las que
menciona a la comunidad sexodiversa.
La Red en el documento
asegura que su intención es cambiar el “paradigma heteronormativo
exclusivo y excluyente de la diversidad humana que rige ideológicamente
el código civil vigente en Venezuela”. Dice que todo parte de la
necesidad de atender las “necesidades más sentidas y urgentes de las
poblaciones vulnerables frente a la discriminación y la exclusión”.
Constitucionalidad
Cuando
se aprobó la nueva Constitución en 1999, se agregó al artículo sobre el
matrimonio una aclaratoria que no existía en la Carta Magna de 1961. En
el artículo 77 se puntualizó que el Estado protegería los matrimonios
entre “un hombre y una mujer”. Activistas como José Ramón Merentes,
vocero de la Red Lgbti de Venezuela y presentador de la propuesta de
reforma del Código Civil, explican que la intención del legislador para
entonces fue eliminar cualquier posibilidad para la legalización de las
relaciones homosexuales.
Sin embargo, lo estipulado en la
Constitución no frenaría el plan de reforma del Código Civil. En 2008,
el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que el artículo 77 no limita
la posibilidad de reconocer legalmente a las parejas del mismo sexo.
El
28 de febrero de ese año, el máximo tribunal respondió a un recurso de
interpretación introducido por Unión Afirmativa en 2003. El fallo dejó
por sentado que, aunque el artículo en cuestión protege sólo las
relaciones entre parejas heterosexuales, no existe una prohibición
expresa contra el matrimonio entre iguales. Por esto, facultó a la
Asamblea Nacional para legislar sobre la materia.
Diputados dispuestos
Después
de que la Red Lgbti de Venezuela presentara la propuesta ante la
Comisión de Política Interior, ambos bandos en la Asamblea Nacional
dijeron estar dispuestos a debatirla.
Por el frente chavista,
durante la sesión, se pronunciaron los diputados Juan Carlos Alemán
(Psuv-Distrito Capital) y Michael Reyes (suplente de Elvis
Amoroso-Psuv). Alemán aseguró que el partido oficial estaba dispuesto a
escuchar a “todos los sectores”: “Nosotros los socialistas tenemos como
premisa la inclusión y estamos en contra de la discriminación”. Reyes,
fue más allá y dijo que en el Psuv no sólo estaban dispuestos a
escucharlos: “También a acompañar dicha solicitud”.
Por la Mesa
de la Unidad Democrática hablaron William Barrientos (UNT) y José
Antonio España (MAP). Barrientos admitió que se trata de un tema
polémico pero defendió la necesidad de que se dé el debate sobre el
tema, “como ha sucedido en todo el mundo”. Mientras que España señaló
que la demanda del colectivo Lgbt debe tratarse como un asunto de
derechos humanos.
En octubre del año pasado, el diputado Elvis
Amoroso (presidente de la comisión) informó que la discusión de la
reforma del Código Civil arrancaría en noviembre, pero terminó el año y
nada pasó. En enero, Amoroso aseguró que la tarea pendiente entraría en
la agenda legislativa de 2013. Repitió lo mismo en febrero de este año,
pero al final la reforma no fue incluida.
Los diputados dicen
ahora que la reforma se rodará para 2014. Para la Red Lgbti de
Venezuela, eso es bueno. Merentes, su vocero, promete una campaña en
todo el país en búsqueda del apoyo de las universidades y los colegios
de abogados del país. Preparan también una jornada de recolección de
firmas para respaldar la propuesta. Se las ingeniarán como sea para que
Venezuela aparezca en el mapa como uno de los garantes de los derechos
Lgbt en el mundo.
25 mil firmas
El
artículo 204 (numeral 4) de la Constitución Nacional establece que 0,1%
de los votantes inscritos en el Registro Electoral pueden proponer la
creación de leyes. En estos momentos, se necesitarían cerca de 19 mil
personas. José Ramón Merentes, vocero de la Red Lgbti de Venezuela,
informó que en los próximos meses iniciarán un operativo nacional para
recoger un total de 25 mil firmas que respalden la propuesta de Reforma
del Código Civil venezolano.
Argumentos de todo tipo acompañan las opiniones a favor o en contra
Manuel Chirinos
Estudiante
Soy
heterosexual, pero sí estaría de acuerdo con que se casen. No podemos
juzgarlos ni humillarlos porque les guste otra persona del mismo sexo.
Eso, a la larga, los afecta a ellos. Tengo amigos que son gais y los
respeto.
Dalia Delgado
Ama de casa
No
sabría qué opinar. Ya es cuestión de ellos. A mí no me molesta que dos
gais se casen. Creo que, con tal de que exista respeto, todos podemos
ser felices a nuestra manera. A pesar de que no tengo amistades gais,
nunca he tenido problema con ellos.
Darwin Rengifo
Electricista
Creo
que sí tienen derecho a casarse. Son seres humanos y el amor no
distingue entre raza, sexo o estatus social. Eso sí: no estaría de
acuerdo con que críen un hijo. Eso es delicado. Un hombre no puede ser
mujer.
Mariana López
Estudiante
Yo
sí estoy de acuerdo. No apoyo la discriminación de ningún tipo. Los que
los rechazan son ridículos y a veces machistas. Pienso que dos personas
del mismo sexo pueden criar perfectamente a un niño bajo el matrimonio,
siempre y cuando se le enseñen cosas buenas.
Argemiro Iturriago
Pastor evangélico
No
estoy para nada de acuerdo. La Biblia es clara y la ley natural es
clara. Un hombre debe estar con una mujer. Para mí, la ley les está
dando mucha cadena a ellos y si sigue así vamos a terminar como Sodoma y
Gomorra. Esas uniones son una aberración. Es pecado.
Las polémicas “asociaciones de convivencia”
Hace
cuatro años la polémica sonó a las puertas del parlamento. En 2009,
Romelia Matute, diputada por el Partido Socialista Unido de Venezuela
(Psuv), introdujo ante la Comisión de Familia de la Asamblea Nacional
una propuesta para incluir la legalización de las uniones homosexuales
en el proyecto de la Ley de Equidad e Igualdad de Género.
En
nota de prensa de la propia Asamblea, publicada en su sitio web el 21 de
marzo de 2009, se explica que el tema iba a ser incluido en el artículo
8 de la norma y que su borrador estaba listo para debatirse en segunda
discusión dentro de la comisión.
El apartado en cuestión
señalaba: “Toda persona tiene el derecho a ejercer la orientación e
identidad sexual de su preferencia, de forma libre y sin discriminación
alguna. En consecuencia, el Estado reconocerá las asociaciones de
convivencia constituidas entre dos personas del mismo sexo, por el mutuo
acuerdo y el libre consentimiento, con plenos efectos jurídicos y
patrimoniales”.
En esos días, el portal Noticias24.com (el más
visitado en el país) tituló: “Uniones homosexuales a punto de ser
legalizadas en Venezuela”. Pero, al final, todo se cayó a última
hora.
Cuatro días después, Marelis Pérez, también diputada
chavista y presidenta de la Comisión de Familia, aseguró que nunca
habían discutido la posibilidad de reglamentar este tipo de uniones. Que
sólo se había incluido en el artículo 8 una prohibición contra la
discriminación fundada en la orientación sexual.
Dos meses
después de la aclaratoria, la Conferencia Episcopal Venezolana insistió
en criticar la posibilidad de que se incluyera el tema del matrimonio
gay en la legislación. La Iglesia evangélica hizo lo propio. Al final,
la ley fue engavetada.