sábado, 4 de julio de 2020

Ni pecado, ni delito ni enfermedad…





La homosexualidad no es… ni pecado, ni delito ni enfermedad…

El rechazo a las prácticas homosexuales tiene su origen en tres fuentes, primero cuando la iglesia católica decidió referirse a estas como practicas contra natura, posteriormente a calificarlas bajo su fe como un pecado entre otros adjetivos calificativos muy negativos. Posteriormente, se prohibió legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo en algunos países convirtiéndolas en un delito. Finalmente, las sociedades médicas/psiquiátricas de algunos países comenzaron a calificar la homosexualidad como una enfermedad mental, y la Organización Mundial de la Salud la incluyo en su lista de trastornos mentales. Así se construyó este rechazo a las personas homosexuales. Gracias a los cambios sociales, culturales y legales liderados por personas y organizaciones de la sociedad civil y sus largas luchas hoy en día sabemos que la homosexualidad no es un pecado, un delito o una enfermedad.

La homosexualidad no es un pecado. Por eso te recomiendo no le creas a ningún pastor evangélico o sacerdote católico que pretenda decirte que te curara de ese pecado. Amo al pecador y rechazo el pecado es una frase absurda. Adicionalmente, el pecado es un instrumento de dominación y control para obligarte a seguir ciertos comportamientos.
No creas eso de que iras al infierno tampoco que iras al cielo, esos son figuras imaginarias creadas para separarnos y perpetuar la idea binaria entre lo bueno y lo malo.
No permitas que te obliguen a abstenerte de tener relaciones sexuales por ser estas antinaturales. No tener relaciones sexuales es antinatural, a menos que esta sea tu decisión y no una imposición.
Rechazar esos controles religiosos no significa que rechazas a Dios. Si tu iglesia te rechaza habla con Dios directamente, no uses intermediarios. Dios te creo a su imagen y semejanza y nunca te rechazaría.

La homosexualidad no es un delito. No le creas a un funcionario que te diga que vas preso si te tomas de la mano con tu pareja, o que eso va contra la moral y las buenas costumbres. Esos son sus prejuicios actuando. La ley te protege contra la discriminación.
No hay en el país ninguna norma legal que señale que las expresiones de afecto como tomarse de la mano, acariciarse, besarse son un delito. No hay nada malo en expresar afecto al ser amado.
Si te dicen que es por la presencia de niñas y niños es otra manera de manipularte para hacerte sentir culpa y vergüenza. Los niños no tienen prejuicios pero si aprenden los prejuicios de sus padres. Solo con decirle a los niños que dos personas del mismo sexo también pueden amarse y expresar afecto en público lo entenderán.
Ningún funcionario público puede detenerte ni amenazarte con mantenerte retenido, detenido y mucho menos enviarte a la cárcel por ser homosexual.

La homosexualidad no es una enfermedad, no aceptes que te obliguen a tomar terapia psicológica o psiquiátrica para cambiar o quitarte una enfermedad que no existe. Busca ayuda psicológica solo si necesitas trabajar en tu aceptación individual. Rodéate de personas que te quieran y no te juzguen. Indaga bien sobre el tipo de terapia que utiliza el psicólogo que decidas consultar. Asegúrate de que en efecto exhiba en su consultorio el título que le acredite como tal. Indaga sobre la diferencia entre un psicólogo, psiquiatra y un terapeuta y escoge al que más se adapte a tus necesidades.
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud retiro a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, donde nunca debió haber sido incluida porque nunca hubo evidencia cierta para tal decisión.

Por ultimo…
No discutas con personas que te aseguren que la homosexualidad es un pecado, un delito o una enfermedad. Esa posición obedece a siglos de prejuicios e ignorancia. En la medida de lo posible adopta una actitud pedagógica. Muchas personas demuestran una disposición a aprender y salir de la ignorancia. Hazlo con explicaciones sencillas y lenguaje apropiado.

Ten en cuenta que la ideología de género no existe, es una creación de los movimientos mundiales anti-derechos cuya labor constante y permanente es oponerse a que todas las personas tengamos los mismo derechos y vivamos en equidad. La razón en particular es porque los grupos anti-derechos viven bajo la creencia de que ser heterosexuales les convierte en seres con una superioridad moral sobre quienes somos homosexuales. 

Las personas homosexuales entendemos que solo buscamos vivir en dignidad y con iguales derechos, sin discriminación ni distinción alguna. No buscamos acabar con la humanidad, porque además no tenemos esa capacidad, y porque la homosexualidad ha existido desde inicios de la civilización. Amar a unan persona del mismo sexo no significa que todos debemos hacerlo, las personas heterosexuales seguirán casándose, teniendo hijos y siendo felices, así como nosotros deseamos hacerlo.  

No buscamos ser enemigos de nadie, ni de las iglesias, ni de la autoridad, ni de la sociedad médica/psiquiátrica. Entonces, evitemos episodios de violencia verbal o física. 

Para cerrar, te recomiendo construir tus propios argumentos para defenderte de cualquier agresión verbal. Ten presente que la ley te protege contra la discriminación por orientación sexual. Evita siempre la confrontación física. No eres un pecador, no eres un delincuente, no estas enfermo. Eres un ser hermoso que ama como cualquier otra persona.  Vive y se feliz.