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Emergencia Humanitaria Compleja |
A inicios de este 2020, se dieron
a conocer varios informes sobre personas LGBTI en Venezuela. Vale la pena
resaltar algunos puntos muy interesantes que nos sirvan para entender cómo se
encuentra la población LGBTI en Venezuela para enfrentar un nuevo flagelo como
es el coronavirus que viene a agravar la Emergencia Humanitaria Compleja en la
que estamos desde hace ya demasiado tiempo.
Ya a finales de 2018, Unión
Afirmativa publicó un informe que daba cuenta de la situación de las personas
LGBTI afectada por la EHC, se trata de “Crisis política en Venezuela y sus efectos en
la población LGBTI. 2018” esto es parte de lo que mencionamos en ese
informe.
Condición pre/existente: antes
de la Emergencia Humanitaria Compleja y antes del coronavirus
No existe en Venezuela una ley
amplia que prohíba la discriminación por diversas razones, entre esas por razón
de orientación sexual, identidad y expresión de género. No se permite el matrimonio entre parejas del
mismo sexo, a las personas trans no se les permite el cambio de nombre y sexo
en sus documentos de identidad. Aún existe en la legislación venezolana la
criminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo, el Código
Orgánico de Justicia Militar establece en su artículo 565 que “El oficial que
cometa actos que lo afrenten o rebajen su dignidad o que permita tales actos,
sin tratar de impedirlo por los medios autorizados por la ley, será penado con
prisión de uno a tres años y separación de las Fuerzas Armadas. La misma pena
se aplicará a todo militar que cometa actos sexuales contra natura.” Se prohíbe
a personas homosexuales (mujer y hombre) y personas trans la donación de
sangre. Y por último, existe discriminación en los ámbitos de salud, trabajo,
educación, espacios públicos y privados, y en algunos medios de comunicación.
Personas LGBTI víctimas de violencia
Según un informe de la
organización ACCSI sobre crímenes de odio desde enero de 2009 hasta agosto de
2017 hubo un total de 192 personas LGBTI fueron víctimas de violencia debido a
su orientación sexual, identidad o expresión de género y un total de 109
personas LGBTI fueron asesinadas. En la región Centro y Sudamérica, Venezuela
ocupa el cuarto lugar con mayor número de asesinatos a personas trans de
acuerdo al Observatorio de personas trans asesinadas.
En este mismo informe se afirma que “Se desconoce el estatus de todas las
investigaciones de los casos de asesinatos y agresiones contra personas de la
comunidad LGBTI y personas no LGBTI. Por tanto, se puede deducir que la
impunidad de los crímenes de odio motivados por la orientación sexual,
identidad de género y expresión de género, real o percibida, se encuentra en un
100%.
Durante la Emergencia Humanitaria Compleja
Como consecuencia de la EHC, han
surgido nuevos delitos y violaciones a los derechos humanos de las personas
LGBTI que ya hemos reportado en el informe de 2018, antes mencionado.
Personas LGBTI bajo formas de explotación o esclavitud
En el informe de Unión Afirmativa
del año 2018, se reportó un total de 27 mujeres trans que habían sido
rescatadas en España en un lugar donde las mantenían bajo trabajo sexual en
condiciones de esclavitud.
Igualmente,
denunciamos el desabastecimiento de hormonas para el tratamiento que deben
seguir las personas trans durante su proceso de transición, que obligo a
muchas/muchos a consumir hormonas de uso animal; crecimiento del delito de
trata de personas trans, prostitución por sobrevivencia por hombres
homosexuales y mujeres trans, desabastecimiento y escasez de antiretrovirales
para personas que viven con VIH.
Contexto país ante la llegada del COVID 19
Alimentación: a finales de febrero, el Programa Mundial de
Alimentos (WFP) publico un informe sobre los hallazgos de una evaluación de
seguridad alimentaria en Venezuela realizada desde julio a septiembre de 2019.
El informe revela que “el 7.9% de la población en Venezuela (2.3 millones) está
en inseguridad alimentaria severa. Un 24.4% adicional (7 millones) está en
inseguridad alimentaria moderada. Basándose en el enfoque CARI, WFP estima que
una de cada tres personas en Venezuela (32.3%) está en inseguridad alimentaria
y necesita asistencia.”
En cuanto a la población LGBTI, según el informe comparativo
de condiciones sociales, económicas, y culturales de la población LGBT
venezolana en Venezuela y en el extranjero elaborado por la Diputada Tamara
Adrián en 2019, 50% de las personas encuestadas (306) aseguran haber bajado de
peso debido a una diminución en su ingesta alimentaria. Aseguran además
realizar dos comidas o una comida al día.
Hiperinflación: El mismo informe de WFP menciona que “La
hiperinflación ha afectado la habilidad de las familias para adquirir comida y
otras necesidades básicas. El 59% de los hogares no tiene ingresos suficientes
para comprar comida y el 65% no es capaz de comprar artículos esenciales de
higiene, ropa y calzado.”
Servicios básicos: agua, electricidad, transporte, gas, gasolina,
internet.
El informe de WPF también
recolectó datos sobre el acceso a servicios básicos (agua, saneamiento,
vivienda, electricidad, instalaciones de cocina) para poder entender las
condiciones de vida. Los resultados muestran que las familias están gravemente
preocupadas por el deterioro de los servicios básicos. “Al momento de la
encuesta, cuatro de cada diez hogares tenía interrupciones diarias en el
servicio de electricidad y el 72% tenía un suministro irregular de gas. Cuatro
de cada diez hogares tenía interrupciones recurrentes en el servicio de agua,
por lo cual las familias tienen que usar estrategias alternativas como la
compra de agua embotellada o el uso de camiones cisterna, para acceder a agua
potable. El 25% de los hogares no tenía acceso estable a agua potable.”
Trabajo
En relación al empleo, la
investigación de WPF revela que “cuando se les preguntó cómo ha afectado la
situación actual en Venezuela las fuentes de ingreso del hogar, la mitad de los
encuestados declaró haber tenido una pérdida parcial de sus ingresos (51%),
como una reducción de sus salarios o la pérdida de un trabajo. Más de un tercio
de los encuestados (37%) había experimentado una pérdida total de sus ingresos,
como haber perdido su único trabajo o su negocio.”
En cuanto a las personas LGBTI
Según un
“Estudio diagnóstico sobre la
situación laboral de jóvenes en condición de vulnerabilidad social en
Venezuela, de la organización Acción Ciudadana contra el sida ACCSI en 2019 con
532 encuestas aplicadas 98% reveló que percibían sueldos o ingresos que no
superaban los cinco salarios mínimos nacionales, menos de 1,90 US$ diarios.
De las 532 entrevistas aplicadas,
28,2% pertenece a la comunidad LGBTI. La caracterización de este subgrupo recae
fundamentalmente en la orientación sexual expresada por hombres y mujeres (19%
gays, 4% bisexuales, 4% lesbianas y 1% pansexuales –persona que siente
inclinación erótica-afectiva por las personas independientemente de su sexo,
identidad de género u orientación sexual).
En el total del sector LGBTI
consultado, el porcentaje de extrema pobreza laboral alcanza 98,6%, en el caso
de los hombres esta cifra asciende a 100%, mientras que en las mujeres
representa 94,3%.
Salud
El sistema de salud en Venezuela
está en una situación de catástrofe, luego de décadas de mal manejo y
corrupción, migración del personal de salud entre médicos, enfermeros, anestesiólogos
entre muchos otros profesionales.
El jueves 21 de junio de 2018, la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un informe sobre la
situación sanitaria de Venezuela. Advierte que el país “ha estado enfrentando
una situación sociopolítica y económica que ha afectado negativamente los
indicadores sociales y de salud”. El documento da cifras sobre los brotes de
difteria, sarampión, malaria e infecciones por VIH. La OPS muestra “inquietud”
por el aumento de la mortalidad materna y en menores de 1 año, y la dificultad
para acceder a los medicamentos y la atención adecuada de las personas con
enfermedades crónicas potencialmente mortales. La OPS advierte que el sistema
de salud venezolano está fragmentado y su capacidad para responder a las necesidades
prioritarias disminuyó.
Para 2018, la Federación Médica
Venezolana estimaba que 22.000 médicos venezolanos habían emigrado, lo cual
representa un tercio de los profesionales que había en el país en 2014. Por su
parte, la OPS menciono que el sistema de
salud venezolano disponía de “una capacidad significativa” ya que cuenta con
288 hospitales, 421 centros de atención ambulatoria y 17.986 centros de
atención primaria. Dos años han pasado de ese informe.
Hoy en día, los hospitales no
están en condiciones de atender a la población actual aun en condiciones
normales. Carecen de equipos y medicinas básicas. El sistema de salud
venezolano cuenta con apenas 8 camas por cada 10.000 habitantes, según las
últimas cifras manejadas por la OMS y algunos periodistas. La falla del
servicio eléctrico fue responsable de 164 muertes en 2019.
El virólogo venezolano Julio
Castro explicó que en el país solo hay disponibles 84 camas con ventiladores en
las unidades de cuidados intensivos del país. La Encuesta Nacional de Hospital
realizada por la organización de Médicos por la Salud arrojó que para 2019, la
escasez de agua fue denunciada en el 70% de los hospitales del país, que tenían
un servicio de agua intermitente y solo contaron con ello una o dos veces por
semana. Y antes de la aparición del Covid-19 en Venezuela, más de un 53% de los
hospitales no contaban con las mascarillas que debe usar el personal médico
para evitar contagios. La escasez de medicamentos sigue ubicándose en el 80%.
En cuanto a la población LGBTI,
según el informe comparativo de condiciones sociales, económicas, y culturales
de la población LGBT venezolana en Venezuela y en el extranjero elaborado por
la Diputada Tamara Adrián en 2019, se encuesto a 306 personas en Venezuela, 91%
son cisgénero y el 9% son personas trans.
El 100% de las personas trans aseguro no encontrar ni tener acceso a
hormonas para realizar su tratamiento de reemplazo hormonal. Es bueno recordar
que a diferencia de otros países, en Venezuela este tratamiento se hace de
manera privada. En 2017, denunciamos que algunas personas trans informaron
haber recurrido a consumo de hormonas animales para no detener su proceso de
transición y sufrir las consecuencias.
Por su parte, las personas que viven con VIH, han
manifestado no tener acceso a su tratamiento con antiretrovirales, debido a la
escasez de tales medicamentos. En 2018, hubo 100% de desabastecimiento de ARV,
según la RED venezolana de personas positivas.
Cabe destacar además que en
recientes estudios elaborados por ONUSIDA en 2019, sobre prevalencia de VIH en
Venezuela se encuesto a 283 hombres que tienen sexo con hombres/HSH, se confirma que existen centros de salud
que mantienen prácticas de discriminación contra personas lgbti, dado que 38,8%
manifestó haber sido discriminado en servicios de salud. Por su parte, cuando
se le pregunto a 205 mujeres trans 3% reporto haber sido discriminada en
servicios de salud. La probabilidad de que la discriminación a personas LGBTI en medio de la pandemia esta presente.
Para muchas personas en Venezuela
quedarse en casa es una medida que les lleva a plantearse “contagiarme con el
COVID 19 o morir de hambre”. Otra realidad de quedarse en casa para los jóvenes
y adolescentes homosexuales, bisexuales y trans es estar bajo un ambiente
hostil debido a la discriminación de la que son objeto por parte de su familia.
Es arriesgarse a ser echados a la calle, aunque vivir en la calle ya es una
realidad para muchas otras personas en Venezuela.
Urge encontrar la manera para que
las diferencias políticas dejen de ser un obstáculo en la implementación de
soluciones a los problemas de la población venezolana, en especial, a quienes
desde sus particularidades representan grupos vulnerables. Es durante las
crisis cuando más atención debe darse a quienes están en una situación de mayor
vulnerabilidad.