lunes, 13 de abril de 2020

La ventana que me guia


La ventana que me guía

Al principio no la entendía, no entendía su función ni su ubicación, por estar justo al lado de un gran ventanal.  
Fueran tan pocos los días que pasaba en casa que no la veía, entonces ubique un comedor cuyas sillas de alto espaldar no le permitían brillar.
La miraba y la miraba y confieso que no la entendía, como no hablaba su idioma no sabía cómo comunicarle mis inquietudes.   
Un buen día, mientras estaba en casa, y con la ayuda del viento, su cómplice, comenzó a sonar.  De su interior salían unos sonidos muy fuertes que lograron llamar mi atención y me atemorizaron.
Decidí quitarle el comedor que tenía enfrente, con las sillas de alto respaldar que le impedían hablar. La deje así,  con nada en frente, pensé y pensé en una y varias soluciones para remediar sus movimientos, esos que me asustaban. Pensé en eliminarla, pero no podía, pensé en ocultarla con un modular, tampoco podía.  
Entonces, llego la pandemia, no podía seguir evitándola, debía verla todos los días y encontrar una salida.
Decidí construirle una mejor compañía, decorar su frente, algo que nos hiciera feliz a ambas. Así lo hice, coloque una mesa con un envase que guarda mis más preciado ser vivo, tres bambú cuyo verdor y grosor me sacan sonrisas.
Abrí sus puertas y fue un gran descubrimiento, lo que no había podido ver hasta entonces… la entrada de un nuevo día, un rayo de sol que durante una hora, dos veces al día ilumina mis espacios, me da energía y me anima a escuchar melodías.   
Ahora, ella es la ventana que me guía, cada mañana me siento a su lado para tomar el sol y una taza de café, durante el día me regala una brisa, en la tarde me acompaña a tomar el té y en las noches me muestra la luz de luna llena.  
La he limpiado, la he cuidado, ya no hace ruido, ya no me atemoriza, ahora me regala su alegría.
Al principio no la entendía, ni su función ni ubicación, ahora sé que solo quería un poco de atención y regalarme su agradable compañía. Ella es la ventana que me guía.




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La ventana que me guía Al principio no la entendía, no entendía su función ni su ubicación, por estar justo al lado de un gran ventanal. Fueran tan pocos los días que pasaba en casa que no la veía, entonces ubique un comedor cuyas sillas de alto espaldar no le permitían brillar. La miraba y la miraba y confieso que no la entendía, como no hablaba su idioma no sabía cómo comunicarle mis inquietudes. Un buen día, mientras estaba en casa, y con la ayuda del viento, su cómplice, comenzó a sonar. De su interior salían unos sonidos muy fuertes que lograron llamar mi atención y me atemorizaron. Decidí quitarle el comedor que tenía enfrente, con las sillas de alto respaldar que le impedían hablar. La deje así, con nada en frente, pensé y pensé en una y varias soluciones para remediar sus movimientos, esos que me asustaban. Pensé en eliminarla, pero no podía, pensé en ocultarla con un modular, tampoco podía. Entonces, llego la pandemia, no podía seguir evitándola, debía verla todos los días y encontrar una salida. Decidí construirle una mejor compañía, decorar su frente, algo que nos hiciera feliz a ambas. Así lo hice, coloque una mesa con un envase que guarda mis más preciado ser vivo, tres bambú cuyo verdor y grosor me sacan sonrisas. Abrí sus puertas y fue un gran descubrimiento, lo que no había podido ver hasta entonces… la entrada de un nuevo día, un rayo de sol que durante una hora, dos veces al día ilumina mis espacios, me da energía y me anima a escuchar melodías. Ahora, ella es la ventana que me guía, cada mañana me siento a su lado para tomar el sol y una taza de café, durante el día me regala una brisa, en la tarde me acompaña a tomar el té y en las noches me muestra la luz de luna llena. La he limpiado, la he cuidado, ya no hace ruido, ya no me atemoriza, ahora me regala su alegría. Al principio no la entendía, ni su función ni ubicación, ahora sé que solo quería un poco de atención y regalarme su agradable compañía. Ella es la ventana que me guía. Ventanas que hablan. #ventana #sol #viento #brisa #pandemia #quiteriafranco #life #Windows
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