En
agosto de 2018, un joven de nombre Luis Rafael denuncio en su cuenta en Twitter
haber sido objeto de discriminación junto a su novio por parte de un vigilante en
el Centro Comercial el Recreo en el Municipio Libertador en Caracas. [1]
Para
el mes de septiembre un grupo de personas se acercaron al CC el Recreo para
participar en una besada en señal de protesta por ese acto de discriminación.
Nuevamente,
en noviembre del mismo año otro joven de nombre Lenin Starlyn denuncio por su
cuenta en Twitter haber sido discriminado por un vigilante en el mismo Centro
Comercial. [2]
En
ambos casos, las parejas de jóvenes estaban tomados de la mano, tomando fotos mostrándose
mutuo afecto con besos y abrazos, tal como lo hacen las parejas de distinto
sexo. En ambas ocasiones el vigilante les ordeno abandonar el lugar.
Solo
Lenin decidió buscar asesoría legal e ir al Ministerio Publico y presentar una
denuncia, no obstante, no prosiguió con el proceso. Ambos comentaron que sus
casos no eran los únicos, pues al parecer han recibido comentarios de amigos a
quienes les ha sucedido algo similar, pero no han denunciado ni siquiera por
las redes sociales.
Estos
relatos, me hacen presumir la existencia de un patrón, o quizás ya una política
de los vigilantes del Centro Comercial para que las parejas del mismo sexo no
acudan al Centro de compras. No es solo de una presunción, ambos jóvenes aseguraron
haber ido a la gerencia y conversado con la persona responsable y la respuesta
fue muy sincera al expresar su desagrado por la presencia de homosexuales en
sus instalaciones.
El
hecho de no haberse presentado una denuncia formal por parte de los afectados,
la complicidad de la gerencia y la inacción de la policía municipal,
probablemente contribuyeron a que esa conducta discriminatoria se realizara sin
temor alguno. Hasta este mes de enero cuando la situación escalo de discriminación
a violencia, lo cual lo transforma en uno más delitos de mayor gravedad.
El
caso lo publicamos en la página web de Unión Afirmativa[3] y lo pueden leer allí pero
les comparto un extracto.
“El pasado
domingo 13 de enero de 2019, Carlos (nombre ficticio por seguridad y
protección) regresaba de su paseo dominical al Ávila, decidió atravesar el CC.
El Recreo para llegar hasta Bello Monte, al detenerse en medio del CC para
tomar una foto del atardecer, un vigilante del CC lo detiene de manera
violenta, lo empujó al tiempo que le decía “maldito marico”, y lo señalo de
estar haciendo actos indebidos. Con la ayuda de otros cuatro vigilantes, lo
sometieron, lo requisaron, le revisaron su teléfono y lo despojaron de su bolso
vaciando su contenido. Acto seguido lo metieron en un cuarto de mopas y trastos
dónde permaneció encerrado durante cuatro horas en total oscuridad. Carlos, en
medio de esas circunstancias como pudo logró llamar a su abogado. Williams
Dávila, el abogado de Carlos al indagar sobre las razones para mantenerlo
encerrado, solo recibió la negativa de los vigilantes a dar explicaciones.
Vargas, procedió a llamar la policía y logró liberar al joven con la
intermediación de los funcionarios policiales. Lo único que los vigilantes
argumentaron para explicar su actuación es que como “el joven parecía raro como
esa gente” ellos estaban haciendo labores de prevención para impedir que
realizaran actos indebidos.”
Lo que quiero resaltar es la gravedad de este caso. Estamos frente a una
acción de usurpación de funciones por parte de los vigilantes. No les
corresponde a los vigilantes creer que tienen la autoridad para retener de
manera ilegal a una persona. Esto podría calificar como un secuestro, es privación
ilegítima de libertad. Hay tratos crueles, inhumanos y degradantes contra una
persona debido a su orientación sexual real o percibida. En fin, un
especialista podría mucho mejor que yo especificar la existencia de estos u
otros delitos.
En un escenario hipotético, ustedes se pueden imaginar por un momento
que habría sucedido si ese joven padece de alguna enfermedad o condición especial.
Es decir, que habría sucedido si padece de un ataque de pánico durante el
tiempo que estuvo encerrado, o un episodio de claustrofobia, un ataque de asma,
un desmayo por baja de tensión o en el peor de los casos muere de un ataque al corazón.
Cualquier cosa es posible para ser sincera. ¿Sabríamos de esa muerte? ¿Sabríamos
la verdadera razón de esa muerte? No, no pretendo ser fatalista, pero siempre
es una posibilidad.
Debo
agregar que estos casos de discriminación y violencia no son exclusivos del
Centro Comercial el Recreo. Yo personalmente, he recibido denuncias de casos en
el CC Plazas en Los Palos Grandes, en CC Sambil, en el CC Metro Center para mencionar
algunos. Las denuncias son siempre hacia
vigilantes quienes en ocasiones extorsionan a quienes parecen homosexuales,
mayormente hombres. En el CC Plazas por ejemplo, a un hombre lo encerraron en
uno de los ascensores, lo robaron, y le exigieron dinero para poder dejarlo ir.
Todo esto con amenazas de violencia y agresiones si no hacia lo que le pedían.
¿Por
qué los afectados no denuncian?
La
respuesta que ellos aportan es la poca confianza en el sistema de justicia, no
creen que sus casos serán tonados con la seriedad debida, adicionalmente, no
desean enfrentarse a los tratos humillantes de los funcionarios policiales
quienes puede llegar a expresarles que “se merecen o que les pasa por maricones”
aunado a las burlas y los chistes de mal gusto. Los vigilantes lo saben y eso
es licencia para delinquir.
Otro
elemento que impide la denuncia, es el hecho de que muchos de quienes enfrentan
estas situaciones no desean salir a la luz pública como homosexuales, bien sea
porque su familia no lo sabe, o piensa que no lo sabe o por temor a ser objeto
de discriminación en su lugar de trabajo y ser echado del mismo.
Es
decir, estamos frente a una situación muy compleja que requiere de un abordaje
integral. Es necesario, hacer una revisión
a las compañías de vigilancia, a los centros comerciales. Igualmente, es imprescindible
enfrentar la discriminación a nivel
laboral y empresarial. Todos tienen responsabilidad de cumplimiento con los derechos humanos, y eso incluye el
derecho a la igualdad y la no discriminación hacia las personas debido a su orientación sexual. Finalmente,
las personas LGBTI deben ser conscientes de la importancia de denunciar estos
casos de discriminación y violencia, eso contribuiría a impedir nuevos casos, a
establecer precedentes, medidas sancionatorias y que los responsables sepan que
sus acciones tienen consecuencias legales.
[1] https://twitter.com/LuisrafaelM23/status/1033747187363143680
[2] Discriminación por orientación
sexual en el CC el recreo. https://leninstarlyn.wordpress.com/2018/11/05/discriminacion-por-orientacion-sexual-en-el-centro-comercial-el-recreo/
[3] Centro Comercial el Recreo podría enfrentar
sanciones. http://unionafirmativa.org.ve/unaf/noticias/centro-comercial-el-recreo-podria-enfrentar-sanciones/